Cenizas

¿Hacia dónde se dirigen
las huellas que se han borrado?
Tal vez una gran hoguera
consuma todos los pasos,
los rastros de las sonrisas
que se han quedado sin vuelo,
cordilleras de cenizas
en un resplandor humeante
cubren todo el horizonte
como montañas ardientes.
Y en una noche inconsciente
en medio de la neblina,
emerge todo el olvido
arrastrando los despojos
que cuelgan de las caderas
de los blancos esqueletos,
que deambulan extraviados
sin encontrar un camino,
caricaturas grotescas
del cruel mapa del destino,
pintados de luna llena.

Del otro lado del tiempo
habrán quizá laberintos,
caminos entrelazados
aplastados por la niebla.
Con un cielo hecho de piedra
lleno de nubes opacas,
con afilados silencios
quebrados por una gota
de una frecuencia constante.
Mientras la verdad agoniza
herida de soledades,
un frío eco la sofoca
en una quietud distante.

Pequeña copa de sal
que se derrama perpetua
por toda la eternidad,
hija de un inmenso mar
atrapado entre las rocas...

 

Frecuentemente los silencios terminan por desaparecer todo el equilibrio que bastante difícil es conseguir, pero dentro de su magnificencia él tiene eso de bello, nos hace derramarnos en versos.
Ha sido una grata lectura, Marcos.
Saludos para ti.

 

El tiempo asi asumido en esa perpetua esencia del olvido. un fino intenso donde todo
queda al margen de esas soledades frecuentes enel intento mar de los sentimientos.
la obra es intensa y deja ese margen de disolucion. bellissimo. saludos de luzyabsenta

 

Hola, Rosmery.
Comparto contigo,
el silencio es una gran fuente creadora, y uno apenas intenta pescar algún verso, si puede, en esa fascinante inmensidad.
Muchas gracias por la visita y comentario.
Te mando un gran abrazo!

 

Hola, Maestro Luzyabsenta.
Muchas gracias por tan grata visita y comentario.
Me alegra que le haya gustado.
Le mando un gran abrazo!

 

Hola, Luciana.
Muchas gracias por pasar.
Es una gran alegría saber que te ha gustado.
Te mando un gran abrazo!