Cálida templanza

Templanza despierta tarde, olvidó la hora

Se quedó soñando con poder ser otra

Nada la detiene, nunca fue despacio

Comerse el mundo le atoró un fracaso

Cálida templanza olvidó su abrigo

Nunca aprendió que el invierno es frío

Cálida templanza otra vez tropieza

Duro el paredón como su cabeza

Cree que puede controlarlo todo

Alardeando siempre su supuesto palpito

No conoce grises, el frenesí la invade

Lo que dice y hace es un gran contraste

Pasa por la plaza cerca de la fuente

Esperar milagros siempre fue su fuerte

Cálida templanza finge que se enfría

Guarda bajo llave lo que ayer sentía

Cálida templanza entre risas llora

Tanta ironía siempre la desborda

 

Pobre templanza, le ha tocado ser el guardián de nuestra cordura, nuestra moderación, no puede cogerse vacaciones y desmadrarse.
Bonita virtud tienes poetisa Sofi, pero hoy te has ganado dejar la templanza aparcada y tomarte el resto del día sin cordura, sin moderación, suéltate el pelo y disfruta, y luego... nos lo cuentas en verso. Me ha gustado mucho tu poesía. Un beso poetisa. José I.