Café inevitable.

Un punto cardinal repentino e inédito
esboza el hogar de un hada escorpión
en las cárceles de la luz.

Extravío de la savia vencida por la sangre,
trastoque de la vendimia del roce
como edad perfecta
que divide por doquier
su procedencia eterna.

Ofrenda en el altar
de la mirada absorta,
deriva entre bostezos pelirrojos de corcho
y hojarasca varonilmente descamisada,

naufragio de mil vestigios
aventados en las dunas parásitas
de cartas enmudecidas,

equilibrio soñado
entre tu voz trenzada
y mi voluntad de espiga.

Como ruiseñores
los besos de soslayo
también se apuran
si son sonajero de la luna
al sol desparejado del mediodía.
​

 

Cuantas ofrendas se quedan en ese altar,
siempre es todo un lujo leer sus versos estimado amigo
abrazos de colores en la distancia

 

Estimada poeta Guadalupe, ya me conoces vivo en los márgenes por sanción social, no soy hombre de mundo ni turista me interesan fundamentalmente los viajes interiores pero llevo bien la soledad con alguna obligación familiar. Huelga decir que vivo ocioso ... Un abrazo .

 

Es posible Rosmery que dentro de la peligrosa desmesura surrealista sea la estrofa más equilibrada ...
Un abrazo.

 

Creo Luzyabsenta que ese sol oscuro de la noche nos cobija a ambos, a uno por trasnochar y al otro por madrugador, en ese cruce de miradas nos reconocemos
Saludos cordiales poeta