Cabecita procaz

Saciada la oración del ciego vientre
quiere, tras agotar el dulce yerro,
hüir de la lujuria y del encierro,
al tiempo que su fino ajuar encuentre.

Su anular ceñirá el consorte oro,
y el cuello un dije, cual dorado niño,
así obra el corroído y arduo aliño,
se arropa toda sin hallar decoro.

Y a pesar que la culpa al trote espuele
cabecita procaz, vendrá afanosa
por el dolor que tan gustoso duele.

De su boca el carmín dará donosa,
luego, y antes que el bajo sol se cuele
levantará el telón, mamá y esposa.

 

uN SONETO CON ESTILO GONGORIANO. ES MUY AGRADABLE.

JOP Piobb

 

Encantador, atrapas, desde la procacidad del título, hasta el punto final!
Un gustazo pasar por tus letras!
Besos,
Chiqui.-

 

Muchas gracias. Lo tomo como el mejor de los cumplidos (¡pobre Don Luis!).

 

Mil gracias Chiqui. Tu mensaje me ha dado pie a curiosear en tu obra y me he invadido una sana envidia. ¡Cuánta pasión en cada verso!. Un abrazo.

 

Gracias... poeta. Aprovecho para transmitirle mi admiración. Saludos.

 

Estimado Josepaiz, tu bello soneto, está casi perfecto, pero noto un par de irregularidades,
1º) La palabra huir, figura de una sílaba en los diccionarios de rimas que he consultado; por lo tanto, deberías marcar una diéresis para enfatizarla;
2º) No hay diptongo en la palabra co-rro-í-da, por lo que deberás corregir la métrica y los acentos internos, que quedan desplazados;
Por ahora, NO APTO;
un saludo cordial,
edelabarra

 

Tu excelente y original soneto, tiene mi APTO, estimado Josepais,
aunque debo hacer notar que el verso corregido:
"a-(sí o)-(bra el) -co-rro-í-do- (y ar)-(duo a)-li-ño,"
tiene cuatro sinalefas, lo que dista de ser deseable, siendo además la primera de ellas(í-o), solamente justificable y aceptable con reservas, por la unidad melódica del verso y el ritmo que así lo invita (2-6-8-10), tomándolo como una excepción, a pesar de los dos siguientes motivos:
1º) el par (í-o) , no produce sinalefa en general;
2º) hay traslado o síncopa del acento hacia la o (si ó).

Un saludo cordial,
edelabarra

 

Una original obra que he disfrutado, grato leerle nuevamente