Baja papá

Estas ahí
inerte, suspendido.
La mirada fija en el suelo.
¡papá baja!
Te va a doler el cuello.
Esa cuerda, te aprieta
¿dónde vas? ¿te vas?
¿te elevas al cielo?
No llorare más
seré bueno papá
te lo prometo.

Pero baja
¡papá baja!
Por favor
me das mucho miedo.​

 

linda poesia....

pero no todos suben al cielo (mateo 5:3 y 5)

me hizo acordarme de mi hijo..que esta lejitos....

mis estrelllas carol@

 

Gracias Mask, por las estrellas, solo espero que tu niñito no este muy lejos, y lo puedas volver a ver pronto.

 

Carol ultimamente estas un poco tetrica eh.. pero me encanta...

 

Bueno, es que te van contando historias, y ya sabes la mente se pone en marcha.
Un chico del barrio, 15 años se ahorco el otro día y... siempre hay alguien que conoce alguna historia similar.
El abuelo, del marido de una compañera, que descubrio ahorcado a su propio padre... Se va encendiendo la lucecilla de la inspiración.
Bueno besos.

 

¡ Cómo impactan estos versos !
! cómo duelen ! un abrazo,poeta

 

Tus versos matan, transmiten ese inmenso miedo que se envuelve con el dolor!!
Ufff, se me erizó la piel con la imagen creada por tus letras!
Besos,
Chiqui.-

 

Me ha estremecido.

Me silencio
en un aplauso a tus versos.



Un verdadero honor leerte en esta magnifica exposición de tu poesía, claras imágenes trasmiten nítidas sensaciones. Enhorabuena poetisa.

 

Si? Gracias, esa era mi intención impaztar al imaginar lo que debe sentir un niño al encontrar a su papa ahorcado.
Gracias por pasar.

 

Gracias Chiqui, queria crear un poema que impaztara y veo que lo he conseguido. Me alegro un montón. Gracias por tu comentario.

 

Gracias Víctor, a veces lo que nos cuentan, nos llega tan adentro que de algún modo hay que expresarlo

 

Hola carol me estremeci al leer tu pequeño poema...gracias por compartir.. Saludos y estrellas
¡SONRIE

 

Muchas gracias guapa, por desgracia son historias que ocurren en realidad que le vamos a hacer. Triste muy triste. Yo que lo leo hoy después de mucho tiempo desde que lo escribí me he vuelto a estremecer recordando cuando me contaban la historia.