Aversión

Vuelo lejos, invento trampas inspiradoras, melodiosos contratiempos, construyo puentes invisibles hacia vos, opciones emergentes desprendidas por la humedad de entre mis manos tiesas.
Siento el raro musgo de tu histeria y me convierto en el suero letal de tus angustias.
Voy de paseo por tu ciclo tortuoso, sobre esta malignidad que nunca acaba de llegar.
Me veo cómplice ante la agonía de tus estados que arremeten de lleno en el colérico paso de las horas. Muto a la luminosa salinidad de tu crónica aversión.
Aunque no me queden más espacios sin llenar.
Algo me inclinará hacia el calor de tus ojos.
El amor aunque solitario, sigue siendo amor.
Candor extremo de un rabioso amanecer, tormentosa esperanza, que aliviará al saber. Ese saber que cuestiona lo que reflejan los ojos, y sabe que todavía estas allí, allí dentro de esa imagen que generan tus miedos.
Es hora de volver.