Al azar

He sentido cierta envidia de una desnudez y una libertad,
escuché mi voz perdida en otra garganta y recordé
cuando vivía regida por mi reloj francés,
cuando las pequeñas lilas adornaban el suelo
y jugábamos a novias de los árboles.
Era invisible aquel reloj pero marcaba ese pausado ritmo...
Aún no me había mirado en el maldito espejo
en esos ojos jueces que examinaron mi locura

Era bello, era niña, y vivía al azar.

 

MUY BELLO, muy bonita reflexion, de cada experiencia un aprendizaje, aunque a veces es tan padre que vuelve la burra al trigo jajaja, saludos y estrellas.