Oda al Recuerdo

¡Qué difícil es el recuerdo!
De algo que aún no se ha ido,
Amor que se irá, como el aire,
Pero que aún permanece tan vivo.

Hoy es hoy, mañana la muerte,
Porque ya no existirás a mi lado,
Ya con mis ojos no podré verte,
Fuego de octubre, amor asolado.

Lejos.
En la lejanía.
Podrá la suave brisa acariciarme,
Y hacerme creer que es mi vida,
La dócil mano que toca el aire,
Que copia tu mano y esquiva,
Mi vista y que todo distancie.

Fuera de ti ya no existo,
Ya no existirá ni el aire,
Pues soy el hambriento que come,
Y que de ti solo se sacie,
De este hambre que me mata,
Como si no existiera el aire.

Pues ya tengo hambre de ti,
Y aún puedo atiborrarme.

No quiero sentir nostalgia,
Pues sé que no irás a la muerte,
Pero no puedo hacer otra cosa,
Como aquel sirviente que huyó,
A Samarra,
Y huir del no verte.
Pues todo es como si fuese,
Levemente…
Levemente…
Como un trocito de muerte.

Te recordaré.
Te recordaré siempre.
Eternamente tendrás tu sitio,
En el iris de mi mente.
Que hará que siempre vea,
Tu dulce sonrisa adyacente.
Hasta que llegue la libertad,
De aquel esperado diciembre,
Y que el iris de mi pensar,
De paso al poder verte.

Te recordaré.
Te recordaré siempre.

 

algunos ganan su lugar en la inmortalidad, a travez de la memoria de los que no los pueden olvidar, excelente poema, me gusto mucho.
saludos.
hasta pronto.

 

Hermoso poema, lleno de entrega y recuerdos, placer de leerte, te dejo estrellitas, cuidate.