Desde la orilla (a mi tío Pedro Antonio)

Cañón encarado y hacia el cielo.
Se erró el último tiro.
Puedes ver la tristeza del mundo que te quiere
Reflejada en el suelo,
Mojado por el llanto, quebrado por el trueno
De tu adiós apagado y el eco de tu afecto.

Supongo que no sirve que te vista de halagos,
Que rebusque unos versos ahora que te has marchado.
Pero echaré de menos tus palabras amables,
Tu consejo sincero,
Tu oportuna presencia
Endulzando un momento.

Las horas transcurridas se quedan en segundos
Tan intensos y gratos que te siento aquí mismo.
La vida ahora me dice que esboce una sonrisa,
Que el río te está arrastrando, que te estamos perdiendo,
Pero que un fiel reflejo aún se encuentra a mi lado,
Y espero que le anime esto que está leyendo.

 

Buen poema. Un gusto haber leido estos versos.

Max

 

Sentido poema mi amigo.

 

Nunca se pierde lo que se ama...(que bello poema a tu tio Pedro Antonio... yo tambien tuve un tio con ese nombre -él- falleció hace ya muchos años, pero lo añoro). Abrazos poeta...abrazos con estrellas...!

 

Gracias a los tres por estar aquí también, al fin y al cabo también es un poema y es bello lo que emanó de ese dolor. Un abrazo

 

Has descrito con bellas imágenes lo que se originó de ese dolor, la muerte existe, sí, pero sólo físicamente, sus recuerdos constantes harán que siga presente en tu vida.
Te ennoblece mucho como persona escribirle un poema a quien amaste y te amó.
Mis estrellas.

 

Muchas gracias Lola. Un beso

 

Gracias Will. Yo te diré que tus comentarios son interesantísimos y muy acertados. Le sacas estupendos flecos a los poemas. Un saludo