Hijos de Satán, demonios

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Agradecen los alimentos comidos
a un ser inventado. Unen sus manos
y bajan la cabeza, sobriamente
mientras rezan a su invento.

¡Qué gracia me haría!, si no fuera
por esa imagen en mi cabeza
de unas ovejas con sus corderos
arrinconados en la esquina de un jardín
mientras ríen y beben y comen
chuletas de cordero en medio
de ese jardín. Después unirán
sus manos los comensales y darán
las gracias a su ser inventado.

Y son capaces de matarte si insinúas
lo que aquí se entiende si se sabe
leer entre líneas lo oculto, si sabe
ver lo macabro, lo terrible de la imagen.





Gracias por leer.

Y por pensar.

 

Sinceramente, señor Vicente, me genera dudas el significado de su poema, aunque pienso que podría referirse a la hipocresía de nosotros, los humanos, al creernos merecedores del favor de algún supuesto dios, mientras nos comportamos como verdaderos monstruos con otros seres vivos y sintientes que nos acompañan en este mundo.
En cualquier caso nunca está mal que la poesía nos haga pensar, eso ya es un mérito del poeta.

Salu2 compa.

 

Una barbacoa donde comen cordero mientras otros corderos y sus madres se arrinconan asustadas. Es una escena real, como mucha gente habrá visto. Y luego ni siquiera se lo agradecen a los animales. Se lo agradecen a un dios inventado que defenderán con la muerte del que lo niegue si es necesario porque, sencillamente, es su escudo. Porque son cobardes, hipócritas. Malos.

Si bien es cierto que se ha necesitado comer animales hasta ahora. De agradecer sería dar el mérito a quien se lo merece. Ser valiente y reconocer que no ha sido ningún dios el que le da derecho a matar y hacer lo que les venga en gana. Que no es ningún dios el que le quita todo derecho a los otros seres vivos.

Y esa maldad de creerse que un dios te ha dado derecho a ti y no a lo otro, vale para machacar a otros pueblos, a lesbianas, gais, comunistas, ateos y a lo que quieras. Cobardes, desagradecidos, malnacidos.

Ser valiente, como una persona debe ser. Y agradecer a los animales, que son los que nos dan de comer. Y respetarlos y mimarlos hasta que se les dé una muerte rápida y sin dolor, ya que de momento parece imposible comer carnes artificiales. Imposible porque, como digo arriba, los cobardes se escudan en dioses que les impide ver, por interés, la verdad.

No me enrollo más, señor Libra Luis. Lo entendió perfectamente.

Salud2 de miércoles de mercadillo.

 

Del especismo (discriminación de los animales por considerarlos especies inferiores) al supremacismo humano hay menos de un paso, y si encima se mezclan en el asunto dioses "a la carta" ya ni le cuento.

Y sí, ciertamente la naturaleza nos ha obligado a comer carne para nuestra propia evolución, pero también nos ha dotado de un cerebro capaz de sentir empatía y compasión hacia seres menos inteligentes (tanto animales como humanos). Probablemente aún sea temprano para que la humanidad pueda prescindir totalmente del consumo de carne de animales sacrificados, pero lo que es injustificable es la crueldad brutal y gratuita con que se les sigue tratando actualmente en mataderos, fiestas, cacerías, etc.

Abrazo, colega.