Cartas a quien no sabe que me mira

Cuando apareces con tu entrada celestial,
mi mente vuela hacia un enigmático imán de amor.
Cuando bajas y te sueltas el pelo,
y te lo recoges otra vez,
comienza el misterioso juego de seducción.

​

Te mueves y regresas sobre tu eje,
tu mirada se encuentra con la mía.
Tú sabes que la esperas con regocijo.
Tu mirada no es fija,
pero sé que me buscas en el reflejo del espejo,
como si quisieras comprobar
si mis ojos aún destellan llamas de pasión.

Me encanta admirar tu sonrisa,
que lanza destellos cálidos
y revela un corazón tímido.
Tus labios rosados,
que juntos a los míos sabrán mejor,
son la promesa de un amor callado
que aún no ha nacido,
pero ya respira entre miradas.

Ahora no me quedan más palabras,
que suspirar versos de amor
mientras tú,
sin saberlo,
inspiras mi alma cada mañana.

Poema de autoría propia
Luis Mejía Arce – Julio 2025