Pudor

Hola divina mujer hoy quiero enmendar
y comenzar por lo que falle y desmantele en tu vida
no pretendo hacer entender mi razón sino mi corazón
me diste buenos momentos de soledad.

Esos momentos que pretenden tus caricias
se llenaron de resistir la entrada de tiempos ajenos
y creí pensar que el mundo es sordo y sin ningún lugar
sitio de descanso de la ingeniada pasión que voló.

Pedir sin medida es respetar la simpatía
tu don de domar se hizo valer en mis fúnebres pasos
tétrica suena la armonía que retumba en mi sentir
y valor se esfuma con tu verdad que indulta.

Mis te quiero suenan y solo suenan
tu corazón se secó de tanta calidez en mis besos
y te irrito de tantas caricias la piel de tu alma
que parece poseo acero en el pecho.

Todo los eventos parecen solo míos
para tu amor el tiempo es corrosivo y posesivo
oxida tu mente y sepulta mis locas ironías
mátame el sueño de morir sin sepultura a mi pies.

Tu mal tiempo fue botín de ajenos corazones
no permitiéndome conocer tu infligida voz
quítame el derecho de comer pero no tus ojos
el mar cesa aquí pero mi vida sigue indecisa.

Fui el guerrero fui tu amor sin clamor
salve tus días y almacene tus noches
corrí en tus jardines de amor y bese tu frente
se feliz y déjame si obstruyo el paso.

Solo recuerda que cada paso y razón
siempre se comen mi ilusión de ti para mí en ti
mi deseo se fue cruzando la ciudad
y tú sigues sin estar aquí.