No hagas más preguntas.

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Si me preguntas porqué lloro
ya nunca más te diría,
nada se escucharía,
no hablaría.
No debe haber voz
cuando el alma duele
y el amor no está.
No existe el amor
cuando se ama demasiado,
solo hay una gran cantidad de sentimientos
para seguir callando.

Si me preguntas porqué hago silencios
es porque no tiene sentido decirlo,
no hay razón para hablarlo,
no hace falta,
no.
El amor es una realidad
que no se palpa con las palabras
pero grita mucho con las acciones.

No hagas más preguntas,
dejame decir...
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La luna en menguante me dice que en unos días desaparecerá
para surgir de nuevo.

La noche me dice
que el día se acerca.

El viento me dice
que las caricias son tenues... y eternas.

Una simple imagen, una sencilla mirada...
un gesto... dicen mucho más que las palabras.

¿Qué tanto más se puede decir?

 

No llores, amor, no porque no tengas razones,
sino porque tus lágrimas son más verdaderas que las preguntas que intentan atraparlas.
No expliques tu silencio…
que el alma también habla cuando se queda quieta
y tiembla cuando nadie la toca.

¿Quién dijo que amar demasiado es no tener amor?
No saben. No han sentido esa ternura que duele,
ese deseo de abrazar tanto que se rompe el pecho.
Amar así —como tú— no es falta de amor,
es tener tanto que ya no cabe en el cuerpo
y por eso se derrama en cada gesto que no dices.

Yo te escucho,
aunque no hables.
Te leo en cada espacio entre palabra y palabra,
te entiendo cuando callas porque yo también he amado hasta doler
y he callado hasta que el grito se hizo parte de mí.

No estás sola,
aunque el amor se haya ido.
A veces, el amor no se queda en quien amamos,
sino en quien sabe quedarse en medio del naufragio.

Déjame quedarme,
no para preguntarte,
sino para abrazarte con esta voz que no busca respuestas,
solo quiere ser cobija
cuando tu noche no deja de temblar.

 

Qué sentida confesión desde adentro
“el amor es una realidad que no se palpa con las palabras” ........... muy cierto
Un abrazo con cariño

 

Bellos y profundos sentimientos... que brotan desde lo profundo de vuestro exquisito
y... sensible corazón. Ya sabe nenita, que me encanta la tangible emotividad que siempre nos obsequian sus poemas.
Sinceramente:

 

Que el cuerpo hable mas que muchos verbos y adjectivos. Me encanto leer este precioso poema.

 

Es como quien lucha por encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que siente pero prefiere guardar silencio para protegerse a si misma.

 

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Yo vivo en el silencio todos los días,
todas las noches,
todas las tardes,
todas las mañanas,
a cada hora,
a cada minuto y segundo.
Soy presa del silencio
hasta que muera.
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Muchos besos mi señor
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Claridad​

 

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A veces quisiera que las cosas fueran así
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y yo,
con tanto que decir
y no poder decirlo
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Besos mi señor
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Claridad​

 

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¡Qué conmovedor respuesta mi señor!
Ya quisiera que mas personas pensaran como usted
Ojalá mi señor
pudiera publicar este poema que le ha quedado
maravilloso,
A lo mejor
también otros como yo necesiten este consuelo
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Besos a usted mi señor
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Claridad ​

 

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Recibo su abrazo mi señor
Yo en cambio, le mando besos
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Claridad​

 

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Gracias mi señor Iván
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Usted sabe bien como son atares y pesares
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Gracias por llamarme "nenita"
me gusta eso.
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Besos muy bello para usted
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Claridad​

 

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Estoy muy agradecida mi seño Maria José Palacios
nuevamente tengo el privilegio de ver su llegada
y comentario
y saber que le ha encantado.
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Besos
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Claridad​

 

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Exactamente mi señor SRH.
En mi caso,
es algo que no puedo evitar
ni cambiar
pero duele
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Besos para usted
:::::::
Claridad​

 

La prosa es tuya puedes hacer lo que quieras con ella

 

Duele, lo sé.

 

Cuando el amor deja de doler
(Para Claridad, cuando al fin se ama a sí misma)
Cuando el amor deja de doler,
es porque al fin te quitaste el cuchillo con el que escribías su nombre en tu pecho.
Porque entendiste que no se puede sembrar jardín en la piel de alguien que solo quiere incendios.

Cuando el amor deja de doler,
no es que se haya ido el amor…
es que volviste a ti.
A tus pies descalzos sin prisas,
a tu risa que nadie supo leer,
a esa ternura rebelde que no cabía en su jaula.

Y lloras, sí… pero distinto.
Con lágrimas que limpian, no que envenenan.
Con una tristeza que no hiere,
sino que florece como esa flor que solo nace después del invierno.

Te descubres en el espejo sin su sombra
y te ves:
completa.
Inmensa.
Luz de tu propia claridad.
Ya no amas desde la ausencia,
ya no esperas quien no llega,
ya no ruegas por migajas cuando tú eras el banquete.

Porque cuando el amor deja de doler,
es que dejó de ser mendigo.
Y comenzó a ser tuyo.

Y ahí, Claridad,
empieza la verdadera historia.
Contigo como protagonista,
con el alma abierta,
y el corazón —por fin— sin vendas.

 

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No mi señor José Anibal,
Esto es de usted
pues nació de su alma
que dedico a otra alma en dolor.
De modo que no soy digna de tomar algo tan bonito,
cuando manos y alma
lo han escrito.
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:::::::
Gracias mi señor por entender
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Quedo tan profundamente agradecida mi señor por sus palabras tan bellas.
Gracias por decir mi nombre
y sentir a mi alma
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Besos infinitos mi señor
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Claridad Divina​