Carbónico

No, yo nunca quise
que los besos se nos repitieran,
como los abrazos,
y los despertadores a las siete
y los buenos días,
y el café con edulcorante
y las tostadas con miel,
y las fotos sonrientes
y el mensajito a media tarde,
y la lista de las tareas pendientes
pegada en la heladera,
y los hasta mañana,
y las buenas noches,
y volver a empezar...

No, yo nunca quise
que un carbónico
manchara nuestros días
con su tinta indeleble...
...y sé que tú tampoco.

 

Un delicioso poema, que pone la rutina en mi cara. A ver si soy capaz de crear una rutina, en la cual entren los espontáneos besos y abrazos, estimado Marcos. Que tengas buen dia

 

Hay que transformar cada
acto en una nueva y maravillosa oportunidad.
Utiliza ese paralelismo para mantenerse unidos
un placer leer
saludo

 

Hola, Luciana.
Muchas gracias por pasar.
Abrazo grande!!

 

Hola, Laly!
Muchas gracias por la visita.
Que tengas una excelente semana!
Abrazo grande!!

 

Hola, Maria.
Gran desafío para el amor sobrevivir a la rutina.
Muchas gracias por pasar.
Abrazo grande!

 

Hola, Marlene.
De eso se trata.
Muchas gracias por la visita.
Abrazo grande!

 

Hola, Charlie.
Muchas gracias por la visita y comentario.
Me alegra que te haya gustado.
Que tengas un muy feliz año.
Te mando un gran abrazo.

 

Hola, Medusa.
Toda una prueba para el amor el saber sobrellevar las rutinas de la cotidianidad.
Muchas gracias por la visita querida amiga.
Siempre es una alegría encontrarte por aquí.
Que tengas un muy feliz año!
Abrazo grande!