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Emilia Pardo Bazán

Tema en 'Biblioteca de Poética Clásica (Poetas famosos)' comenzado por VicenteMoret, 30 de Junio de 2013. Respuestas: 2 | Visitas: 22616

  1. VicenteMoret

    VicenteMoret Moder. Biblioteca P. Clásica.Cronista del Tamboura Miembro del Equipo Moderadores

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    Emilia Pardo Bazán. (La Coruña, 1851-Madrid, 1921) Escritora española. Hija de los condes de Pardo Bazán, título que heredó en 1890, se estableció en Madrid en 1869, un año después de contraer matrimonio. Asidua lectora de los clásicos españoles, se interesó también por las novedades literarias extranjeras. Se dio a conocer como escritora con un Estudio crítico de Feijoo (1876) y una colección de poemas, publicados por F. Giner de los Ríos. En 1879 publicó su primera novela, Pascual López, influida por la lectura de Alarcón y de Valera, y todavía al margen de la orientación que su narrativa tomaría en la década siguiente. Con Un viaje de novios (1881) y La tribuna (1882) inició su evolución hacia un matizado naturalismo.​


    En 1882 comenzó, en la revista La Época, la publicación de una serie de artículos sobre Zola y la novela experimental, reunidos posteriormente en el volumen La cuestión palpitante (1883), que la acreditaron como uno de los principales impulsores del naturalismo en España. Frente a los principios ideológicos y literarios de Zola, Pardo Bazán acentuaba la conexión de la escuela francesa con la tradición realista europea, lo que le permitía acercarse a un ideario más conservador, católico y bienpensante. De su obra ensayística cabe citar, además, La revolución y la novela en Rusia (1887), Polémicas y estudios literarios (1892) y La literatura francesa moderna (1910), en las que se mantiene atenta a las novedades de fines de siglo en Europa.


    El método naturalista culmina en Los pazos de Ulloa (1886-1887), su obra maestra, patética pintura de la decadencia del mundo rural gallego y de la aristocracia, y su continuación La madre naturaleza (1887), fabulación naturalista que, al contrario que en Pereda, demuestra que los instintos conducen al pecado. Asimismo, Insolación (1889) y Morriña (1889) siguen insertos en la ideología y en la estética naturalista.


    Con posterioridad, evolucionó hacia un mayor simbolismo y espiritualismo, patente en Una cristiana (1890), La prueba (1890), La piedra angular (1891), La quimera (1905) y Dulce sueño (1911). Esta misma evolución se observa en sus cuentos y relatos, recogidos en Cuentos de mi tierra (1888), Cuentos escogidos (1891), Cuentos de Marineda (1892), Cuentos sacroprofanos (1899), entre otros. También es autora de libros de viajes (Por Francia y por Alemania, 1889; Por la España pintoresca, 1895) y de biografías (San Francisco de Asís, 1882; Hernán Cortés, 1914).


    --..--


    A continuación reproducimos parte de la obra poética de la autora.


    --..--


    EMILIA PARDO BAZÁN: poemas de su libro inédito Himnos y sueños
    (según transcripción de Ma Sandra Rosendo Fernández, revisada por
    J.M.G.H.).


    Porvenir de la poesía
    "La nature est la grande lyre,
    le poete l'archet divin."
    V. Hugo


    I.


    ¿Por qué profeta triste, me
    dices que este siglo mató la
    poesía con desterrar el mito?
    falta el ancho río; él buscará
    otro cauce para su curso
    límpido. Si exhausto el
    viajero se tiende en el camino
    porque llegó la noche y están
    sus pies heridos, al despuntar
    la aurora con redoblados
    bríos emprenderá la ruta que
    le marcó el destino. Jamás de
    los poetas se extinguirán los
    himnos; si hoy enmudece el
    pájaro es que prepara trinos.
    Y cuando algunas veces su
    corazón marchito en vez de
    dulces cantos desbórdase en
    gemidos,
    allá en el horizonte la
    sombra de Virgilio le
    dice, como a Dante: "
    ¡Prosigue, amado hijo!"


    II.


    ¡Oh bella poesía!
    Mientras exista el hombre
    tus frescos manantiales no
    temas que se agoten.
    Porque el poeta estudia
    los mundos interiores;
    traduce al luminoso
    lenguaje de los dioses del
    corazón los gritos, los
    ecos de dolores, los
    sueños y esperanzas, las
    dulces ilusiones, las
    dudas, las creencias la
    vida y los amores. En esta
    eterna lucha que traban
    las pasiones con la razón
    serena que al fin las vence
    noble, como Jacob al
    ángel irán los triunfadores
    pidiendo a la poesía sus
    santas bendiciones.


    --..--


    La inspiración (Fragmento)


    ¿Do estás, chispa sagrada,
    fuerza generadora de lo bello,
    que mi alma enervada
    no vienes a agitar? ¿Do yace oculta
    la trípode del templo?
    ¿Do vivirá insepulta
    la pureza latina y gracia griega
    y el numen delirante
    de Saffo, de Simónides y Homero,
    que sólo prosa y aridez contemplo,
    y del carro triunfante
    de la industria y progreso devorante
    el seco polvo mis pupilas ciega?
    ¿Qué regiones alegra el claro río
    en que saciar mi corazón ansio?
    ¿Es acaso en el rico coliseo,
    de luces chispeantes,
    de atmósfera pesada, embriagadora,
    donde agitarse veo
    blancos senos, cuajados de diamantes
    como de estrellas la naciente aurora?
    ¿Es quizá en el paseo,
    donde en muelle carroza reclinada
    pasea su indolencia
    tanta nula existencia
    en espléndido arreo sepultada?
    ¿O en dorados salones,
    cuando al compás de orquesta
    /deliciosa,
    del wals entre las mil oscilaciones,
    sobre la blanda alfombra
    se pierden las parejas a lo lejos
    y copian los espejos
    el pie gentil y la cintura airosa?
    ¡Jamás do languidece la pereza
    y el hastío bosteza
    tiende la inspiración su raudo vuelo;
    que no en el erial, ni en el pantano
    crece el lirio lozano
    cuyo dulce perfume sube al cielo!
    Majestuosos montes
    poblados de castaños y de encinas,
    lejanos horizontes
    que disfumáis las áridas colinas;
    cantábricas riberas
    que besa gemidor el Océano,
    cuyas marinas brisas
    orean las poéticas laderas,
    do más que en todo el bello suelo
    /hispano
    mostró Naturaleza sus sonrisas;
    vosotras, fuente inagotable y pura
    fuerais de inspiración al pecho mío,
    mientras que aquí se agota mi fe, y
    el arpa rota arrojo con cansancio y
    amargura, yerto ya el corazón por el
    hastío. En vano quiero concentrar
    mi vida que se disipa como aroma al
    viento, me faltan la energía y el
    aliento, y si con la malsana
    calentura del placer caprichoso y
    turbulento galvanizó mi musa
    decaída, y me invade de nuevo,
    lacio y frío, un mortal desaliento. Es
    que yace extinguida la creadora
    hoguera, es que me faltan vivos
    manantiales donde apagar la sed de
    lo sublime, y aquí entre el oropel la
    musa gime que canta en las bellezas
    naturales.


    --..--


    Fuentes:


    http://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/pardo_bazan.htm
    http://www.cervantesvirtual.com/portal/romanticismo/actas_pdf/romanticismo_7/herran.pdf


    --..--
     
    #1
  2. musador

    musador esperando...

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    La verdad es que al observar la cantidad de versos que terminan en palabras átonas, me surge la duda de si hay un grave error de transcripción o doña Emilia no tenía idea de la métrica (aunque fuera verso libre, algo debe distinguir a la poesía de la prosa).

    Como narradora, me gusta, aunque su catolicismo me aburre (creo que a don Benito también lo aburrió, a la larga).

    saludos
     
    #2
  3. VicenteMoret

    VicenteMoret Moder. Biblioteca P. Clásica.Cronista del Tamboura Miembro del Equipo Moderadores

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    Querido Jorge, la Pardo Bazán se anticipó a su tiempo. Para mí, sin duda, su mejor obra es "Los Pazos de Ulloa". Mejor narradora que poetisa, era famosa su admiración por Rosalía Castro, y el desprecio que le manifestaba al marido de la Castro -Murguía-. También eran famosas las tertulias con Eduardo Pondal, auténtico bardo de la expresión popular gallega. Un abrazo. Vicente.
     
    #3

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