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Un Edipo en Familia

Tema en 'Prosa: Ocultos, Góticos o misteriosos' comenzado por Ceguinan, 6 de Diciembre de 2016. Respuestas: 2 | Visitas: 934

  1. Ceguinan

    Ceguinan Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    6 de Diciembre de 2016
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    Género:
    Hombre
    Irma, como tu Madre,
    Del Valle como una Santa,
    así te pusieron por nombre,
    Irma del Valle, mi Madre Amada.

    A ti te dedico estas líneas,
    líneas de vida marcada,
    para compartir con el universo,
    lo que tu hijo creciendo observaba:
    a una madre que idealizó por amor,
    y con el mismo amor condenaba,
    inconscientemente sin saber,
    la razón, que en lo oculto conspiraba,
    en contra de la relación madre-hijo,
    que el amor divino hoy rescata.

    Sea pues, hoy esta carta,
    también homenaje a ese extraño vinculo,
    que hizo crecer nuestras almas,
    viviendo nuestros cruzados destinos,
    y que hoy se transforma en regalo,
    de cumpleaños, y muy bien merecido,
    para la madre que, con paciencia,
    por sobre todo me ha prometido,
    lo mejor de su ser y su esencia,
    para ver feliz a su hijo.

    Hoy, tu alma y la mía unidas,
    como madre e hijo entienden,
    que sanar el amor que los une,
    desde siempre y hasta siempre,
    es responder a un llamado divino,
    totalmente conscientes,
    recordando que la verdadera sanación,
    ocurre en el instante presente,
    alejado de los delirios del pasado,
    y del estrés referente
    al futuro que, siempre esperamos
    mas nunca llega, ni viene.

    Por tanto, hoy me desvinculo,
    conscientemente y del todo,
    no solo por ti: madre amada
    ni tampoco para homenajearme a mí solo,
    el regalo es también para los miembros,
    de mi amadísimo árbol genealógico,
    dejando culpables a un lado,
    pues inocentes hemos sido todos.

    El recuerdo de aquella soga,
    que me hacía colgar sin retorno,
    de uno solo de mis piecitos,
    que con los años se hinchó doloroso,
    me sostuvo mucho tiempo mirando,
    el suelo y los zapatos de todos,
    mientras con pena ajena me preguntaba,
    por qué siento culpa y enojo,
    sin encontrar motivo alguno,
    que pudiera redimir mis cansados ojos,
    vencidos de llorar en silencio
    y a escondidas para apariencia de todos,
    pues descubrí que, si era,
    imagen exacta de aquel tesoro:
    jamás comprometería,
    lo que aquel niño,
    quien se sentía tan solo,
    deseaba más que nada en la vida:
    de sus padres, abuelitos y de todos,
    un reconocimiento amoroso por ser,
    y no por tener o deber ser otro.

    Pero doy gracias a la divinidad encarnada,
    Dios, “Yo Soy El Que Soy”, en mí y en todos,
    quien transformó mis lágrimas en risas,
    en perdón, mis rabias y enojos;
    convirtió también la raíz del rechazo,
    en aceptación, compasión y gozo,
    y el odio que ayer me asechaba en silencio,
    en un gran amor poderoso,
    que no juzga, ni castiga a las almas,
    al contrario, nos hace libres de todo,
    hasta de nosotros mismos,
    cuando por patrones erróneos,
    nos juzgamos, culpamos y castigamos,
    en forma de ciclos viciosos.

    Edipo figurativo,
    no fuiste solo simbólico,
    con actos, palabras y opresiones,
    complicaste las relaciones entre nosotros,
    condenando cada vez más a mi familia,
    a vivir la idea de arquetipos utópicos,
    mientras virilizabas a sus féminas
    y castrabas emocionalmente a sus mozos,
    avergonzando así a sus niños,
    cuando queriendo expresarlo todo,
    reprimían pensamientos y sentimientos,
    pues hubiese sido un bochorno,
    un acto de debilidad inaceptable,
    el pronunciar verbos andrógenos,
    que incomodarían sin duda a los egos,
    por ponerlos vulnerablemente atónitos,
    y a consecuencia del pánico, castigando,
    a los emisores de falacias e insultos penosos,
    cosa que llevó a convencernos,
    generación tras generación, como locos,
    de que somos solo aquello que creemos ser,
    mas no lo que realmente somos:
    la vil trampa del ego mal educado,
    asustado, engañado y queriendo perpetuar todo.

    Pero a estas alturas es irrelevante,
    conocer cuál fue su origen,
    las caras de sus progenitores,
    el lugar, el por qué o el cuándo;
    saberlo no añade nada: ¿me sigues?

    De entretenerme en eso correría
    el peligro de trasladarme a un pasado tortuoso,
    en vez de celebrar en este instante presente,
    la absoluta victoria de su desplomo,
    el cual desvanece de nuestras mentes,
    el patrón que condicionaba nuestro entorno,
    a vivir como familias de polos invertidos
    y forzándonos a crecer en un falso ambiente idóneo,
    donde las fuerzas regentes se ordenaban
    clarifico: desde un enfoque emocional-psicológico,
    masculinizando más a la figura de la mujer,
    y feminizando el arquetipo del hombre: su antónimo.

    Sin embargo, me parece relevante,
    compartir muy resumidamente en poesía,
    el por qué escojo el cumpleaños de mi madre
    para hacerle un regalo tanto a ella,
    como a toda la familia:

    Mi teoría se originó,
    mientras examinaba mi vida,
    observándola por un buen tiempo,
    no recuerdo por cuanto tiempo observé,
    más si recuerdo que no tuve prisa,
    a la luz de una consciencia despierta y libre,
    de juicios humanos y paradigmas.

    Algún Edipo se habrá infiltrado,
    en la historia de nuestra genealogía,
    mas no importa si fue autor o autora,
    o incluso si la cara del actor estuviese aún viva,
    la respuesta no está en buscar un culpable,
    como el morbo del ego muchas veces invita,
    para luego imponer un castigo,
    probablemente condenando a otra víctima.

    Esto que les escribo en poema,
    les doy mi palabra, familia,
    libera el corazón, la mente, el alma,
    y el futuro de nuestras vidas,
    aun cuando alguno (o todos)
    difiera de toda, o parte de mi teoría,
    pues, el simple hecho de pensar y evocar
    a nuestra sagrada familia,
    lleva al corazón sin darse cuenta,
    al agradecimiento y sutil empatía,
    lo cual, a su vez se convierte,
    en la llave de memorias perdidas
    que al recordarlas nos permiten sentir
    sanaciones internas
    que liberan de por vida.

    Te invito a tomarte un minuto,
    para escoger a una mujer de tu familia;
    preferiblemente alguien quien te preceda,
    en el árbol de tu/nuestra genealogía,
    así comprenderás lo que deseo
    explicar sin juicios y con delicada armonía.

    Deseo que mis palabras
    te ayuden a ver tu historia de vida,
    reflejada en estos versos,
    que escribo con profunda alegría.
    Más, por encima de eso
    deseo un milagro en tu vida,
    que, entendiendo esta historia narrada,
    te quites los sacos de espinas,
    que has llevado por años,
    a todo suelo donde pisas,
    y a toda nueva relación,
    que, así como empieza termina,
    o que, si bien aún conservas,
    de tiempo en tiempo se te complica,
    sin poder dar con el origen,
    de esa particular premisa,
    como si vivieras un círculo vicioso,
    que acelera con el transcurrir de los días,
    dejándote cada vez más débil,
    y sintiéndote sin salida.

    Obsérvala bien en tu mente,
    repasa un poco su vida,
    el arquetipo de la mujer, hermana, abuela y madre
    que reina en nuestra familia,
    es sumamente emprendedora,
    verazmente decidida,
    claramente mostrando la fuerza de acción masculina,
    intentando responder a su deseo
    de ser dinámica y más activa,
    pero se encuentra adversamente bloqueada,
    y por ende detenida y reprimida
    por paradigmas y convencionalismos,
    que no son objeto de discusión este día;
    y se ve obligada a ser,
    silenciosamente matriarcal (activa),
    y sin otra opción que, queriendo,
    controlar inconscientemente y en vida,
    la vida de sus hijos varones,
    alterando de alguna forma u otra, en vigilia,
    el crecimiento en todos los planos del ser,
    de los hombres que ha parido,
    o adoptado para sí misma,
    desde ese momento en que los declara
    “mi bebe chiquito” para toda la vida,
    haciéndose esto muy notorio
    durante la infancia de “sus crías”,
    impidiéndoles de ese modo alcanzar,
    la adultez en armonía,
    y muchas veces confinándolos
    a ser de alguna forma enfermiza,
    pero socialmente aceptado,
    como niños para toda la vida.

    Y define así, no por maldad,
    sino por casi instintiva ideología,
    que su realización como mujer,
    radica más en ser madre,
    que, en ser la esposa querida,
    en quien alguna vez soñó convertirse,
    o se convenció de que debería,
    por pura regla social
    o presión de la familia…
    rotunda y terrible noticia:
    pues para no confrontar su insatisfacción,
    tiende a mantenerse ocupadísima,
    ya que por naturaleza debe darle
    salida a esa activa energía,
    mientras, por otro lado,
    primero inconsciente y,
    después conscientemente y altiva,
    culpa “al hombre de su vida”,
    con el que probablemente se casó,
    pensando que amaba,
    más en realidad, confundida,
    por haber idealizado en el a su padre;
    o quizá pudo haberlo escogido,
    por su madera naturalmente pasiva,
    reflejo de su ideal materno,
    quien sin saber también idealiza,
    una generación en desfase,
    un padre y una madre
    con Edipo en familia,
    se consiguen misteriosamente,
    para darle forma en la vida,
    a la alianza que les permite
    perpetuar el insatisfecho Edipo en familia.

    El otro tipo de hombre
    por el que la mujer,
    con Edipo en familia se inclina,
    es aquel que, de alguna forma le permite,
    por medio de abusos, dominación y perfidia,
    vivir la desafortunada insatisfacción de su madre,
    o más probablemente su abuelita,
    la cual seguramente vivió insatisfecha,
    y mucho más, por nunca expresar que vivía,
    por las costumbres de la época,
    quizá por la preocupación de pensar,
    lo que otros dirían,
    o sus propias creencias religiosas,
    las cuales justificaban como legitima,
    el silencio y sumisión de la mujer
    ante las cadenas que una vez parecían,
    ataduras de ángeles celestiales,
    irrompibles convicciones de vida.

    El Edipo es muy radical y peculiar,
    cuando por hijos,
    la madre trae al mundo niñitas;
    si son dos, la madre escoge una,
    para hacerla una extensión de su vida,
    alcanzar a través de ella,
    todo eso que en silencio construía,
    en el interior de su mente,
    mientras el corazón movía,
    la manifestación creadora
    típica de la energía polar femenina
    y que, por razones obvias,
    de energía sexual con polaridad invertida,
    la madre, programada en modo de Edipo frustrado,
    no llego a realizar en su propia vida,
    y por eso soñaba con una niña,
    por medio de quien intenta ser
    quien quería ser,
    mas nunca es o
    nunca a ser llegaría,
    pues ella tampoco es eso,
    que desea ser en su hija.

    Interesante, sin embargo,
    es observar, que si bien,
    esa niña no escogió,
    ser quien su madre no fue,
    tampoco escoge la otra,
    cuando por orden al nacer,
    se le asigna el rol de ser,
    o la madre del padre,
    y lo que eso signifique,
    o el mismo padre también,
    lista para asumir su rol,
    el día en que él ya no esté,
    provocando grandes frustraciones,
    insatisfecha por lo que dejo de ser y hacer,
    también por los vacíos matrimoniales no concluidos,
    y las diferencias entre el padre y los varones que estén,
    que ahora por percibir inconscientemente
    al padre como mujer,
    aprovechan para librar las batallas
    que por respeto al padre mientras vivía,
    no pudieron nunca resolver.

    Entonces, es también posible suponer,
    que la madre, ahora a cargo de su hija,
    sumisa se hace sin entender,
    a la figura del esposo en su hija,
    quien inconscientemente y,
    antagonizando sin querer,
    ve a su madre por esposa,
    y molda su carácter -sin saber-,
    al de un esposo frustrado,
    a quien sus hermanos (ahora sus hijos),
    y su madre (ahora su esposa y mujer)
    entre lucha de titanes viven,
    o victimizándose también;
    y aunque la otra hermana,
    pudiera reconciliar tal vergel,
    tiene dos grandes barreras,
    que no sabe que existen,
    pero actúan cada vez,
    que ella decide abogar por su hermana,
    sin éxito tener:
    Mientras los hermanos varones actúan,
    de dos formas también,
    unos cercanos e infantiles,
    otros lejanos y sin interés,
    las dos hermanas todavía,
    guardan sin realmente querer,
    la rivalidad que cuando niñas,
    luchaban las dos por ser,
    cada una la preferida,
    pero el Edipo ya había dictaminado
    quien era quien.

    Además, la primera niña,
    aunque pareciera que no lo es,
    es en realidad el punto de inflexión más triste,
    cuando un Edipo está controlando
    quien es cada quien:
    aparentemente segura y extrovertida,
    aunque la más introvertida de entre todos es,
    viviendo una fachada hermosa,
    presa de un miedo gigantesco,
    que le cuesta a diario contener,
    con la perfección que todos le asignaron,
    abuelos, padres, hermanos e hijos también,
    todos morbosamente esperando,
    cuando habrá de caer,
    pues el Edipo implacable,
    muy estricto con sus reglas es,
    y el resto de la familia debe confabularse,
    para perpetuar el peor crimen del ser,
    obligar a un ser humano,
    a renegar de su ser,
    pretender que se es alguien
    sin realmente ser,
    y encima de todo eso actuar,
    como si todo estuviera bien,
    el gran rol del circo romano,
    y del circo griego también.

    Y así todos los elementos
    que el Edipo necesita para ser
    la obra más maestra del fracaso,
    del dominio del ser,
    se conjugan en bizarras ideas,
    para destruir al único ser,
    que sin ser perfecto lo empujan
    a ser el modelo más fiel,
    poniéndole expectativas muy altas,
    para intentar fatalmente romper,
    a quien cada vez menos aguanta
    ser aquello que en realidad no es:
    ni padre, ni madre, ni hija,
    ni hijo, ni hermana, ni nieta,
    ni abuela, ni abuelo,
    ni nuera, ni nuero,
    ni la profesión del padre,
    ni la extensión de la madre,
    ni la rival de su hermana,
    ni la enemiga de su hija,
    ni la juez de su familia,
    ni la mejor profesora,
    ni la mejor amiga,
    ni la súper esposa,
    ni la que todos llaman mujer maravilla,
    solo quiere ser ella,
    pero el miedo paraliza su ser,
    y estancada ve pasar con angustias
    las horas y días del mes,
    vacilando si podrá hacer o no,
    un viaje al interior de su ser,
    el único lugar donde el ser humano,
    encuentra realmente el saber,
    el valor de vivir la vida,
    experimentando la libertad del ser,
    mientras la confianza en uno mismo se forja
    y sin juicios observamos el renacer,
    de un alma que canta victoria,
    porque encontró el valor para vencer,
    de una vez y por todas,
    el miedo y la culpa de un Edipo,
    que nunca jamás debió ser.

    Por tanto, Madre Amada,
    hoy día de tu cumpleaños,
    me acerco a ti convencido,
    de que tú y todos tus hermanos,
    han sido grandiosamente valientes
    día y noche tratando,
    de disolver un estigma,
    de víctimas y victimizados,
    aun cuando el desconocimiento
    de todo este Edipo enrollado,
    nos hizo creer por mucho tiempo
    que el control estaba en nuestras manos,
    más, sin entender realmente,
    no alcanzábamos a explicarnos,
    el por qué erráticamente y con frecuencia,
    pensábamos, sentíamos y actuábamos,
    hiriéndonos los unos a los otros sin sentido,
    y hasta haciéndonos mucho daño,
    como si en realidad fuéramos egoístas,
    cuando en realidad
    lo que más deseábamos,
    era, entre todos,
    sinceramente amarnos.

    Por eso es este día,
    tan especial en el calendario,
    pues al atreverme a compartir contigo
    un secreto de antaño
    estoy honrando a tus padres,
    y a ti, junto a todos tus hermanos,
    en especial a las mujeres del clan,
    a quienes les agradezco tanto,
    empezando por el don de la vida
    que a todos nos han regalado,
    y seguido por la grandeza
    de sus amorosos cuidados humanos.

    Porque a pesar de los patrones reinantes,
    en todos nosotros manifestados,
    el amor de las mujeres matriarcas
    por generaciones ha demostrado,
    que si bien ha habido tendencias
    de Edipo infiltradas en sus actos,
    aún más poderoso y demostrativo es el hecho,
    de que jamás nos haya faltado,
    una madre, una abuela, una hija,
    una nieta, una hermana, una soldado,
    una sobrina, una nuera, una tía
    en resumen:
    alguno de sus amorosos cuidados.

    Matesa, Tía Pepa y Mama Carmen,
    Irma Elena enalteció sus descendencias,
    haciendo una alianza de amor eterno,
    con Peche: su esposo, amigo y emblema.
    Ocho hijos trajeron al mundo,
    6 hombres y dos bellas hembras;
    uno de los varones partió primero,
    con un plan de celestial trascendencia,
    preparar con sus dos hijos chiquitos,
    la celebración de una gran fiesta,
    donde ángeles y serafines en vivo,
    y él como maestro de orquesta,
    interpretan música venezolana de altura,
    en honor a sus padres hermanos y abuelas.

    Yo mientras tanto me inspiro,
    en los sonidos de instrumentos de cuerda,
    que Rodolfo tocaba algunas tardes
    cantando tan lindo como mi abuela,
    quizá muy cerca de su partida,
    cuando mi madre -la cumpleañera-
    en San Luis aprendía a ser madre,
    en compañía de Marisol -mi madrina- y mi abuela.

    Permiso, Madre, para despedir este poema,
    dedicándole con amor estos penúltimos versos,
    a mi madrina -y madre- Marisol,
    púes públicamente deseo,
    reconocerla por su labor,
    y todos sus grandes esfuerzos,
    tanto a nivel profesional,
    como a nivel familiar y académico,
    al César lo que es del César,
    y ella, honroso reconocimiento,
    porque ha sido madre abnegada,
    y sustento familiar de muchos
    por mucho tiempo,
    fiel hija, al lado de su madre,
    asistiéndola en todo momento,
    profesora por auténtica vocación
    y no como muchos otros: por simple dinero,
    Magister y PhD en grado sumacumlaude,
    aunque sus compañeros de departamento,
    por la razón que sea,
    no quieran reconocer sus estudios y su conocimiento:

    “Madrina, no le pares el mundo;
    cuantos quisieran ellos,
    tener, por lo menos un ser que los ame
    aunque sea un chinguito de lo muchísimo que te quiero”.
    El mundo intenta de diversas formas
    convencernos de que valemos,
    por nuestro dinero en el banco,
    las propiedades que poseemos
    o por los títulos universitarios,
    honores públicos y reconocimientos académicos,
    cuando en realidad eso es efímero
    y muy fácil se lo lleva el viento.
    Esa mentira es una farsa humana,
    que, por estar vacíos de amor y reconocimiento,
    muchos hombres y mujeres viven secretamente,
    rechazandose a si mismos por negacion y complejos
    y obligando a todos a su alrededor,
    a ser y sentirse como ellos,
    cuando en realidad lo que buscan,
    es llamar la atención de aquellos,
    por quienes desean ser amados y reconocidos
    sin exito alguno obtenerlo.

    Te amo madrina amada,
    no te olvides nunca de eso,
    para que cuando te falte inspiración,
    o la soledad intente desembarcar en tu puerto,
    retires el puente de embarque,
    no por odio, no por miedo,
    sino por autentico amor,
    al recordar este verso.
    Y así despides antes que atraque,
    ese barco sobrio y funesto,
    con aquella frase de Lany Hall:
    "para decir adios" sin regreso,
    "solo tienes que decirlo",
    y se convierte para siempre en un hecho.

    Feliz Cumpleaños madre mía,
    a cantar tus grandezas vengo,
    por medio de otro género literario,
    que combina la narración literaria.
    con las ciencias del alma
    y el despertar de la mente en el tiempo.
    Espero que lo disfrutes,
    pues con todo mi amor sincero
    te escribo cada letra y palabra
    que a continuación te presento:


    Deseo hoy de todo corazón, compartir lo que guarda mi mente y mi alma, cuando pienso, te recuerdo y te siento, cómo ser humano, y no como un arquetipo predeterminado, que pudiera limitar la expresión plena de todo tu ser, en todo lo que sois, ayer, hoy y siempre:

    Que te admiro por tu belleza intelectual, emocional, espiritual y corporal. Te reconozco fuerte y decidida, y también sutil y compasiva. Es un placer para mí observarte y admirarte, contemplarte, entenderte, aceptarte, amarte y reconocerte, sin juicios humanos generalmente duales, porque es mi deseo nunca juzgarte, mas, recordarte -una y mil veces de ser necesario-, que eres libre de ser quien eres y/o reinventarte, aún si eso decidieras o deseases.

    No eres copia de nadie, no debes ni tienes que ser como nadie. Tampoco escuches a nadie que te invite a ser alguien que tú no eres, por el simple hecho de complacer a alguien o para cumplir reglas sociales o de cualquier tipo que fueren.

    Eres simplemente tú, todos los roles que has sido, eres y serás, incluso aquellos que has decido no ser, para ser tu verdad.¡Si! La verdad misma tú eres, como cada quien vive la verdad de lo que cree, y tú has vivido el camino hacia la libertad del pensamiento -conscientemente despierto-, por medio del estudio, la academia, la introspección silenciosa, y el pensamiento racional y poderoso; que, por ser tan inmenso, también te va llevando poco a poco, a las puertas del alma y del corazón, para que, sintiendo a cada momento, descubras un pedacito más de quién eres en lo eterno. La divinidad que yace en tu consciencia de luz, por medio de la inexplicable palabra "amor", te sigue concediendo el permiso de ser, estar presente, amar y sentir cada intención que brota de la hermosura, sencillez e infinitud de tu alma.

    Por eso muy agradecido, regreso de la noche del ayer, a la mañana de este nuevo día, a este instante presente, para decirte que gracias a ti, y a tu recorrido -vida- me he dado también permiso para observarme y contemplarme, y por ende, de encontrarme conmigo mismo, reconociendo mi existencia; desde mi nacimiento, pasando por el aquí en el ahora, hasta experimentar el transcendental camino de un alma encarnada, completamente humana, con una inmensa capacidad intelectual, y totalmente espiritual. Gracias a ti me siento vivo.

    Este preciso instante me regala a consecuencia, el sentirme que pertenezco a una familia maravillosa, con una historia profundamente fascinante, y unos ancestros y descendientes -y me refiero a todos, todos, mis familiares- admirablemente dignos de reconocimiento e incondicional amor, porque cada una de esas vidas me ha enseñado muchísimo de mí y de quienes somos como clan.

    Voluntaria y libremente, con respetuoso amor:

    *Te libero de cualquier cadena que alguna vez, consciente o inconscientemente, pudiste pensar o sentir, a consecuencia de que mi existencia, se cruzara con la tuya en tu camino de la vida.
    *Te amo y te deseo ver y saber siempre libre y feliz. Me desvinculo de ti para darle cabida a que ambos creemos una nueva relación, libre de condiciones y disponible para ese amor incondicional, que es tan simple fluido y real, cuando los egos familiares se desvinculan para devolverse la libertad individual, en la que nos merecemos amarnos simplemente por ser y no porque tenemos o debemos ser.
    *Te pido perdón si mis palabras, acciones, expresiones, o si hasta mi propio ser, te ha ofendido alguna vez... o si has pensado o sentido que en alguna ocasión no te he reconocido como madre, amiga, hermana, hija, nieta, mujer, ser humano, y hasta tus valiosas polaridades femenina y masculina; maravillosa herencia de los padres que Dios te ha regalado para que, en el plano humano, puedas ser.
    *Te reconozco y acepto como un ser humano, magnífico, solo por ser. Reconozco tu existencia y libre albedrío para decidir ser quien eres en todo momento.

    Es un placer para mí que sepas que -"de tú a tú"-, con sentimientos y pensamientos limpios, puros, sencillos y genuinos, te deseo que:

    *Siempre te sientas feliz y libre, para ser o no ser.
    *Siempre sientas amor desbordante de ti misma hacia ti, aceptándote y felicitándote por todos tus esfuerzos y logros.
    *Siempre te sientas apoyada, segura de ti misma, valorada, reconocida y especialmente amada sin condiciones y/o juicios.
    *Vivas convencida de que jamás te abandonaré, jamás me burlare de quién eres-dices-haces-decides-deseas.
    *Experimentes la seguridad del saber que jamás me olvidaré de ti y de que nunca estarás sola: estoy contigo en todas.
    *Vivas en la sublime paz que brota del saber que nunca te obligaré o presionaré de forma o manera alguna, a convertirte o sentir/pensar que debes/tienes que ser un ejemplo de todo o algo para mí.
    *Te invada la gratitud más profunda, por el simple hecho saber y sentir -sin duda alguna- de que te amo porque te amo, y que ese amor no depende de nada más que del amor de un hijo por su madre.

    También deseo reconocerte por un aspecto de ti, que quizá tú o los que te rodean, no han valorado como es de tu merecer:eres una artista creativa maravillosa, expresando tu arte de muchas formas:

    *Arquitecta: por años coleccionaste revistas para apoyarte en el diseño mental de la casa que Miraval puso en papel por ti, traduciendo tus fantásticos gustos y combinación de estilos y dimensiones.
    *Diseñadora de Interiores: así como lo hiciste como Arquitecta, investigaste por convicción y amor a tu creación, para diseñar los ambientes interiores que distinguen la imprenta de tu casa.
    *Artesana: como toda una erudita del conocimiento del trabajo con el vidrio, escogiste tu vitral, el cual combina las formas y colores de cristales, que unidos formando una pieza de arte, permiten la entrada de luz natural a tu casa. Por medio de coloridos cristales, transformaste arte en practicidad, al darle vida -por medio de la luz natural- a tu jardín interior -otro de tus grandes diseños- que es ahora el pulmón vegetal que le brinda oxígeno a tu hogar.
    *Chef: co-creadora de una nueva categoría en el mundo de la cocina, que le brinda al ser humano, alternativas de alimentos que le hacen bien al cuerpo humano y a la naturaleza: Biodietas.
    *Cosmetóloga: creando jabones y cremas de la más alta calidad, desde lo más básico -y con tus propias manos-, incluso incorporando un indiscutible sentido de manifestación artística, por medio del diseño y empaque de tus productos.
    *Jardinería Artística: tus orquídeas lo dicen todo; tus manos manejan la energía elemental de la naturaleza, y cada orquídea que florece, a pesar de que es en sí misma bella, brilla con colores más intensos, porque tus cuidados y especial energía, también las riegan a diario.
    *Coordinadora de Eventos y Festejos: siempre los mejores; combinando delicadeza, simpleza y clase, en la selección y presentación de cada elemento, con una logística de despliegue, que no solo atiende a tus invitados como reyes y reinas, sino que precisa y previene cualquier eventualidad.

    Madre Amada: deseo que te sientas feliz por ser el ser humano que eres, en contraposición de que, alguna vez pudieras haberte sentido víctima o voluntariamente victimizarte pasiva o activamente. Deseo que el amor por ti misma sea honesto y libre de juicios, para que nunca vivas arquetipos sociales, familiares, religiosos, -por naturaleza, siempre duales- de jueces/acusados, padres/madres, abuelas/abuelos, curas/penitentes, por medio de los cuales y muchas veces sin darnos cuenta, nos juzgamos para culparnos, y seguidamente castigamos para volver a redimirnos. Esos hábitos son ciclos que hieren el alma, reprimen sentimientos y pensamientos, nos invitan a ser lógicos y alejarnos de lo que sentimos, sin recordar que el alma se explica sintiendo amor y no pensándolo o definiéndolo como un concepto.

    Por último, más, sin embargo, de igual importancia, te pido me imagines que te veo a los ojos y te sonrío; imagínate que me acerco a ti y te abrazo muy fuerte, te doy un beso en el cachete izquierdo y te continúo abrazando por dos minutos sin decirte nada, para que disfrutes un caluroso abrazo de tu hijo que te mereces y siempre te has merecido, como te mereces también, todo lo que has deseado, por simple derecho divino. De repente rompo el silencio y te digo lo siguiente, mientras todavía te abrazo:

    "Mavalle, estoy orgulloso de ti. Eres -como todo ser humano- perfecta creación del amor de Dios: Todo lo que Dios crea es perfecto". Me alejo del exacerbar tu ego y el mío, pues, cuando te expreso "que no has cometido errores", es porque estoy convencido de que siempre has dado lo mejor de ti, haciendo-diciendo-actuando-decidiendo, lo mejor que pudiste, con los conocimientos, herramientas y elementos, de los que disponías en cada instante, en todo momento. Te amo por el simple y especial hecho de haber nacido. Celebro tu vida por ser una madre-hermana-hija-mujer, perfectamente femenina creando, perfectamente masculina actuando. No espero nada de ti; mi amor te lo ofrezco incondicionalmente, para que libremente vivas sin esas caducas expectativas, que la humanidad confundida, les ha impuesto a las madres, de que tienen o deben ser un arquetipo, o duplicado. Te invito a que vivas libre y llena de fresca expectación mental y emocional. Te mereces el regalo de vivir en el presente, donde los temores de tener que medirte con alguien o con algo, se desvanecen; tú no le debes nada a nadie, ni tienes que alcanzar ser alguien quien no eres, para tener valor. Te amo mucho, mucho, mucho. Tú eres, como cada alma que llega o no a encarnarse, invaluable por ser -con todo en el todo- expresión de amor divino.

    En resumen, ¡Feliz Cumpleaños! Me uno al cielo para cantarte las mañanitas y para expresarte que estoy muy feliz y me siento profundamente agradecido porque eres mi madre, la esposa de mi padre, la hermana de mi madrina, la hija de mis abuelos maternos, la mama de mi hermana, la abuela de mi sobrino, la suegra de mi cuñado; la amiga, la profesora de Biología, la adulta, la niña, la calculadora, la comprensiva, la dulce presencia del amor divino, el silencio, el deporte, la natación, la música romántica, la sopa de pescado, el jardín, la playa, el olor a tierra húmeda, la nuera de mis abuelos paternos, la cuñada de los hermanos de mi papa, la Fundación Mendoza, Lechería, el colegio Ítalo, Cumaná, la hermana de mis tíos, las tareas del colegio, las medicinas, la salud, Orlando, los parques de Disney, el bagazo de caña, los suelos ácidos de las planicies venezolanas, la rizosfera del maní, el cuidado de la piel, el arte de comer balanceado, el valor de la limpieza y el orden, el nexo familiar, la determinación, la decisión, la convicción, el ahorro, el compartir, el sacrificio, la generosidad, la fe, las aspiraciones, la disciplina, la joven, la rumbera, "angelito de mi guarda" en las noches, la iglesia Santo Domingo de Guzmán, el helecho de cacho e' venao, la lamparosa y el corocoro, el dulce de lechosa, Ibelice, Lilian Benítez, peluquería Enza... Eres todo y estás en todo. ¡Simplemente Gracias! TE AMO! Feliz Cumpleaños.
     
    #1
    Última modificación: 6 de Diciembre de 2016
    A Melissa Hdez y MARISOL PÉREZ les gusta esto.
  2. MARISOL PÉREZ

    MARISOL PÉREZ Poeta que considera el portal su segunda casa

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    ....Dios te bendiga por tan nobles sentimientos y ese Amor tan grande para tu madre!!!!...Hermosisimo...Un abrazo grande que me has cautivado.Abrazos.Marisol.

    PD; Venezolano y oriental...jajjajaj..Mucho con demasiado:p:D:rolleyes:
     
    #2
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  3. Ceguinan

    Ceguinan Poeta recién llegado

    Se incorporó:
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    Hombre
    Marisol, infinitas gracias por sentir y disfrutar este poema. Es una obra de arte que sana. Es el fruto de una parte de mi viaje interior, para liberarme (y a todos los miembros de mi clan familiar), de las cargas transgeneraciones que nuestras almas aceptan cargar, y experimentamos como un sello o marca, desde que nacemos en el contexto familiar en donde experimentamos el juego de esta maravillosa vida. Estoy a punto de subir otro poema en honor a mi segunda Madre "Marisol", te lo dedico también a ti. Abrazos.
     
    #3

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