en una calle

Hola
Iban mis ojos caminando por las calles de una gran ciudad, y de repente en medio de la oscuridad de un callejón sale una chica con su rostro un poco sucio y empañado por el roció que el frio dejaba a su paso, inmediatamente reacciona mi mente y recuerda lo que algún día mi padre en palabras de consejo me dijo “hijo en esta vida que vas a tomar no has de confiar ni en tu propia sombra” pero de la nada nació otro recuerdo pero estaba ves se vinculaba con mi madre y una pelea con mi hermana, la cual ella arreglo con esta frase “una dama por más vulgar o callejera que sea merece el respeto de un caballero” y en ese instante colapse en un ligero lapso y tome una buena decisión, opte por darle la ayuda que cualquier persona en ese estado merece, me quite mi chaqueta y se la puse, tome un sándwich que guardaba para un tiempo de hambre para mí y le quite el tiempo de hambre a ella, fue en ese instante donde vi una mirada inspiradora, una mirada de inocencia, fue en ese instante donde oí la vos más hermosa que mis tímpanos hallan oído, memorice ese rostro bello y tan lleno de la suciedad de la humanidad.
Ella con su mirada me dio las gracias, y con su tierna voz me pregunto eres tú lo que me trae para mí la vida, y con un tono de voz desalentador respondí; “no soy lo que te trae la vida soy quien vino hacer a tu lado una vida”…
Destino no existe
Sueño con vos amor
Brayan acevedo