¡ Chin !, sólo traía un peso.

Entonces, qué me dices.
Te invito a tomar un café.
Conozco un lugar
en donde lo hacen muy rico.

Después, si quieres,
podemos ir al cine.
Dicen que hay una buena película,
tal vez te guste.

Caminaremos un poco por el parque.
Podremos platicar en una banca.
A lo mejor me dejarás tomar tu mano.
Me gustan tanto tus manos.

No hay de qué preocuparse:
tengo todas mis vacunas;
la Luna se irá a dormir temprano
y los transeúntes ni nos harán caso.

Si acaso, los grillos
callarán unos instantes,

Tiempo transcurrido...

el tiempo suficiente
para decirte que amo...

Para continuar,
deposite otra moneda...


30 de octubre de 2004.

 

Viento de América:


Je je, un buen poema, aquí eso es bastante más caro...

Un saludo y Feliz Navidad

Jaime

 

¡Que chistoso! Cuando más queremos impresionar todo nos sale mal.

{:0)


-un abrazo

 

lluviadeabril:
Tienes razón, así pasa cuando sucede. Y a veces sucede muy seguido. Hasta siempre.

 

¿Un pinche peso, ja?
Extraordinario, otra altísima forma de poesía... Utilizas recursos lingüisticos alternos para invocar una emoción no dada. Sugiere cierta comicidad que no deja de ser trágica... Y al no traer a escena a la voz que estaba del otro lado del teléfono, me pregunto si no estarías hablando con la linea intermitente lo que lo hace más interesante.
Agradable hallazgo, Viento de América.

 

claro, así pasa cuando sucede. Divertido, lindo, me encantó, un poema muy refrescante.

 

jajaja!!!! muy bueno. encantador y fresco tu poema, me encanto!!!
saludos cordiales.

 

Veramar:
Es la primera vez que me hacen un comentario de este tipo a uno de mis poemas. Me dio gusto que se tenga una perspectiva diferente y minuciosa de mis versos. Me parece de gran valor que captaras lo que quise decir y lo que dejé que adivinaras. Hasta luego.

 

Paula Sabina:
Nunca pensé que un poema mío fuera divertido, pero celebro que dejara esa sensación en ti, gracias. Hasta luego.

 

Mónica Alejandra:
Por primera vez tres personas opinan que mis versos son divertidos, aunque detrás de ellos se esconde una tragedia. Qué bien que te hizo reír. Hasta luego.