1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Promesa Incumplida

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Vianne dPraux, 15 de Septiembre de 2009. Respuestas: 2 | Visitas: 657

  1. Vianne dPraux

    Vianne dPraux Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    14 de Enero de 2008
    Mensajes:
    3.662
    Me gusta recibidos:
    123
    Género:
    Mujer
    Promesa Incumplida
    Amaia l’Fontaine


    El reloj marcó las últimas horas del día, día que parecía haber sido tan corto, que realmente no hubiese sucedido. Acomodó los últimos detalles para al fin salir de esa casa llena de recuerdos y de tantas malas maneras, incluso de aquellas que él no podía recordar con exactitud, pero las sentía clavadas una y mil veces como agujas en la piel al tan sólo pensarlas.


    Fue hacia el escritorio donde siempre había pasado todas las tardes, desde que tenía memoria, y sacó los papeles que estaban escondidos debajo de una ruma de otros tantos más, con sus temas favoritos sobre política y con ensayos que nunca llegaron a ver la luz, pues consideraba que uno, a pesar de todo, no era la suficientemente bueno para mostrarlos y menos para hacer alarde de ellos. Hasta ese entonces le había bastado tenerlos dormidos allí, pero en ese instante se arrepintió de no haberlo hecho.


    - En otra vida quizás- musitó, dejando una risa ahogada perderse en el aire de la habitación.


    Recogió los papeles escondidos en un folder de colores oscuros esparcidos por toda la tapa y sacó aquellas hojas que parecían ya tener un buen tiempo allí guardadas; leyó de nuevo las últimas líneas y firmó sin pensarlo más.



    Al fin y al cabo –Esto iba a suceder– pensó, mientras cerraba todo y lo dejaba encima del escritorio, con una hoja y un número telefónico en ella.


    -Él ya sabe lo que debe hacer -mencionó en voz alta-Lo hemos discutido demasiadas veces. No entenderá todo, pero ni yo mismo puedo explicarle ya todas las razones -caviló, pensando en que había sido una suerte que su hermano siempre fuese su confidente.


    Su respiración agitada no ayudaba a sus piernas a moverse por los pasadizos tantos que había en aquel lugar. Se sintió por instantes un niño perdido entre el laberinto de ideas que cruzaban por su mente y las cortas respuestas que creía tener le nublaban demasiado la conciencia, pero ya tenía firmemente todo decidido y era demasiado tarde para ver atrás. Entró cabizbajo a la habitación donde dormían los niños profundamente a esa hora de la noche



    –Tienen rostros de ángeles –pensó–. Sé que tienen tanto por delante... Dios santo, ¿me perdonarán algún día por esto? El aire se embebió de un suspiro que parecía rasgarle las entrañas.



    -No lo creo. Yo mismo no puedo hacerlo- se respondió a sí mismo, sin dejar que sus labios fuesen vencidos por la voz dormida entre sus agitados latidos.


    Deslizó unos pasos hacia la alcoba principal, la habitación donde tenía los mejores recuerdos, ahora queriendo empaparse del olvido indispensable, tras el amargo regocijo de saber que nada les faltaría a sus pequeños, con aquellos papeles que ya tenían su destino entre aquellas líneas.


    El aroma a desconcierto es terrible, pero es algo que él había sentido. Poder superar los instantes, luego de haber hallado al infortunio tendido sobre su cama, durmiendo embelesado al lado de la mujer que amaba tanto, desde hace treinta años y muchas palabras dichas, guardadas en su pecho como trofeos de guerra.



    –Es increíble cuánto daño puedes hacer y cuánto amor culpable puedes causar, ¿lo sabías?- y dos lágrimas cobardes bordearon el límite de su rostro marcado por una sonrisa de resignación.


    –No es justo que ellos nos encuentren en estas circunstancias –musitó mientras sus propios pensamientos se desordenaban, como el armario del que buscaba un abrigo, aquel abrigo sobre el que habían discutido esa misma mañana y su repercusión en el presupuesto familiar.



    –Yo sé manejar las cosas– dijo ella.



    –Sí, tú lo sabías–recordó haberle respondido.



    Inmediatamente abrigó el cuerpo frío de su mujer con aquel cariño que siempre creyó innecesario, dados los años que llevaban juntos. Al levantarla se topó con un nota escrita por ella, pero no necesitaba leerla para saber qué contenía.



    [SIZE=3] –[I]Siempre fue toda mi culpa y tú lo sabías bien[/I]– le susurró al oído a su esposa.


    [/SIZE] [FONT=Palatino Linotype][SIZE=3]La cargó como en aquella noche de recién casados, que le parecía haber sido tan sólo hace unos días. Acto seguido la sentó sobre el asiento del copiloto del auto y la besó en la mejilla



    [/SIZE] [FONT=Palatino Linotype][SIZE=3]–[I]Te ves tan hermosa, como cuando te conocí[/I]– pensó, y subiendo al auto volteó hacia la casa de tantos malos recuerdos, pero todos ésos fueron para ella.



    [/SIZE] [FONT=Palatino Linotype][SIZE=3]–[I]Sé que nunca me lo perdonaran; yo no podría[/I]– dijo en voz alta recordando a sus pequeños hijos. Suspiró por última vez y puso en marcha el motor.


    [/SIZE] [FONT=Palatino Linotype][SIZE=3]La luna, esta noche, parecía también acompañar su dolor, pues la sentía brillar tan poco que cualquiera hubiese pensado que con una ventisca podría apagarse. Entró a la última salida que terminaba en el despeñadero, del cual siempre le gustó ver el mar, y soltó el volante como sus ya últimos temores. Tomó la nota que ella le dejó y, volviéndosela a poner en la mano, susurró: [I]Siento haberte engañado tanto tiempo. No te lo merecías tú ni se lo merece nadie. Pero en realidad siempre te amé; no te culpo de no haber podido soportar más [/I]-dijo cerrando los ojos y abrazándola al sentirse caer al abismo.


    [/SIZE] [FONT=Palatino Linotype][SIZE=3]–[I]Al matarte tú, también me causaste la muerte, querida[/I].-


    [/SIZE] [FONT=Palatino Linotype][SIZE=3]El reloj sonó por última vez. El día ya había acabado para siempre.

    [/SIZE] [CENTER][FONT=Palatino Linotype][SIZE=3] &&&&&&&&&&&&&&[/SIZE][/FONT][/CENTER][FONT=Palatino Linotype][/font][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT]
     
    #1
  2. Francisco Iván Pazualdo

    Francisco Iván Pazualdo Poeta veterano en el portal

    Se incorporó:
    8 de Febrero de 2007
    Mensajes:
    10.574
    Me gusta recibidos:
    727
    Género:
    Hombre
    [FONT=Palatino Linotype][FONT=Palatino Linotype][FONT=Palatino Linotype][FONT=Palatino Linotype][FONT=Palatino Linotype][FONT=Palatino Linotype]

    Una prosa muy interesante que favorece al lector todo el bello vocabulario y los valores poetícos que reune que fueron concebidos de gran manera al igual que la historia planeada de una bella manera que placentero encontrarme en tu escribir poetisa un gran pero gran placer leerte, preciosa tu prosa labrada de maravilla me encanto , besos Vianne.[/font][/font][/font][/font][/font][/font]
     
    #2
  3. Vianne dPraux

    Vianne dPraux Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    14 de Enero de 2008
    Mensajes:
    3.662
    Me gusta recibidos:
    123
    Género:
    Mujer

    Gracias por pasar Randy
    siempre será un placer verte
    entre mis letras y mas aun
    que estas te agraden, abrazos miles.
     
    #3

Comparte esta página