Palabras del final

Devastadas olas que rompen en el silencio de una noche prometedora,
Dejando los fantasmas de lo que ya no será jamás,
¿Cómo puede exigirse paz?
¿Cómo exigirse el volar entre nubes?

Si el firmamento ha descrito ya lo que debe ser
Con destellos de lo quebrantos de sonrisas muertas sin razón…
¿Acaso la terquedades motivo para momentos de estupidez y abandono?

Son preguntas, solo preguntas y nada más…
Aunque o todas tienen respuestas, no todo en esta vida se sabe,
Cuando el sol en el cenit se encontraba más quimeras encontraba,
Cuando más pleno es el sentir, más honda la puñalada,

Decidme pues… ¿Qué has hecho a mi regalo?
Retractándote a nuestras oscuras inmensidades,
Y realmente momento a momento el atroz intento,

Vamos, vamos… la vida no puede ser tan efímera o… ¿si?
Demonios devastan imperios, Ángeles curan las heridas… y ¿yo?
Devasto lo sacro y clamo el silencio entre noches de insomnio,

Caudales de rabia contenida en una escrupulosa y estudiada sonrisa,
Mas con ello ten cuidado cuando mi faz es como el mar,
Tranquilo y majestuoso que avecinara una tormenta destructora,
Ya que se hace innavegable y al mismo tiempo traicionero,

¡Ah aquellos susurros se fueron!
¡Ahora convertidos en palabras dolientes!
¡Arrancado de lo que era un paraíso!

Y ¿ahora?
Sumido en la mas compleja de las locuras,
Si te mato te haría un favor,
Si te salvo te haría un mal,

¿Qué cuentas podrías entregar?
Cuando fuiste vencido desde el comienzo…
¿Que de interesante podrías tener ahora para mí?
Alfanjes y destellos puros y sutiles que rebanarían tu piel por gusto,
No dejaré ese placer para mis uñas malditas,

No has creado a un enemigo,
¡No señora mía!
Habéis creado al redentor,
Más no por ello seré crucificado,
No soy tan estúpido…

Se pierda pues mi nombre en tus pensares,
Más nunca mi marca,
Esta ha quedado grabada en tu existencia,
Que pasen mil años o solo recibir el final con sonrisa,

Será que condene al que fue un hombre enamorado,
Porque el demonio jamás fue domesticado,

Dejemos que la obra siga su curso,
Lleguemos al final,
Pues bien se que al final fui el perdedor,
Al dejar por un instante quien era,
Más nunca mi historia,

Piérdase en la noche el futuro,
Sufre el presente pues el mañana nunca llegará,
No para nosotros.
No esta en mis manos cambiar quien soy,
Ni esta en mis manos castigar tu estupidez,
Será el tiempo mismo… recuérdalo…
¡No yo!

Lord Vélfragor

 

Palabras del final.. donde leo el principio de reflexiones, con la justa medida de su deliciosa genialidad que nunca dejará de sorprenderme.
Exelente obra Lor Vélfragor, es un privilegio poder ubicar mis ojos entre sus palabras, y lograr por minúsculos momentos, compartir un sentimiento un sentir... una idea.
Es inspirador, ud más que el poema.
Gracias por estar en Mundo.

PD: en el 7mo verso sobra un "s"

 

maravillosos amigo
un placer leerte
un abrazo con mis alas abiertas
​

 

Lord V., me transmites tanto dolor; una profunda decepción, ese adiós arropandóse con la traición.
Sabe a un abrupto despertar, cortar de raíz un sueño, cuyo destello -tal vez- se ha ido desvaneciendo.
Genial, como siempre, tocando el alma con tu pluma!
Besotes,
Chiqui.-