Amor después de las letras

Llamé al iniciar el día
por la mañana
y tu vestido blanco de seda
fiel conquistada
en el maniquí de la circunstancia
sola posaba.​

Busqué por cada camino
la paz soberana
que las lágrimas de mi piel corteza
esta cuchilla arrancaba​

y nada más
hallé la muestra
que de tus manos en el suelo muerta
te encontrabas.​

Y nada más
encontré la guerra
que se denominó en esta gigante muralla
levantada en los matorrales
del golpe fuerte
que en mi vida mataba.​

Solicité con todo desquisio
el abrazarla,
tratar de estremecer su cuerpo.
Querer sin poder el despertarla
y descifrar la adivinanza
de este por qué
ya inanimada.​

Desde ese día lloran mis letras
desde la almohada.
Amada con toda el alma
fiel ya sin mirarla
de este amor
que no sabe de muertes
pues decidí esperarla
y entregarle bien su vestido
que en el maniquí
sigue sin tomarla.​

 

Excelente, conmovedor!!!! Una tristeza, una nostalgia que llega al lector!!!

Mis respetos!!!

 

lineas tan llenas de un sentimiento. un gusto en mirarlas tan serca y soñarlas. saludos amigo..

 

amigo a qui disfrutando de la lectura,
buena inspiricaion,
oye otra vez gracias,
Dios te bendiga.

 

Es grandioso tu poema, amigo Elik, aunque inmensamente triste; esa historia que cuentas en que la amada se muere y por mucho que uno no se convenza de ello, nada se puede hacer. Realmente triste y, al mismo tiempo, es muy bello, tus letras escriben con la suavidad y la dulzura que sólo lo haría una persona enamorada. Espero que no sea verdad y que el poema haya salido de tu buena inspiración. Te felicito por esta composición y te dejo mis estrellas y mis abrazos.