Pelágica cena

Sardinas, jureles y pargos
danzando; en las aguas azules,
con peces trajeados de gules:
no saben de tragos amargos.

Escualos de dientes muy largos
se sienten seguros curules,
navegan vestidos de tules:
despiertan de ancestros letargos.

Se acaba la celebración;
comienza la carnicería;
la sangre vertida se espesa.

Famélica es esta canción
que agota cualquier alegría
en ésta pelágica mesa.

 

Un gusto pasar por tus letras amigo, te mando un abrazo

Gerar

 

Estupendo ágape,la visión de una honorable mesa con los ojos de la poesía.Saludos desde el perú

 

Bueno amigo, un soneto que me pone los dientes largos, estoy a dos dias solo de pasar unas vacaciones de vuelta en mi pueblo, en mi playita Malagueña y ya puedo oler las sardinitas al espeto, los jureles a la plancha, y deseando lanzar la caña para sacar un buen sargo o una doradita a la que tampoco le hago el feo, a ver si es posible llegar antes que los hambrientos escualos jejeje

Un gusto amigo, me encanto el olor a mar que me trajeron tus versos, hasta la próxima...

Un fuerte abrazo Felipe.

 

Gusto en leerte mi querido amigo
besitos.

 

placer llerte esta noche donde despiertas el apetito del corazón y mas...
un besote y cariños.

 

Un perfecto sonetillo, para una cruda crítica de un sugerente mensaje.

Ún placer leerte , hermano.


Pero, hambre te aseguro que no me dio, quizás sed de paz.