Fiesta Del Ocaso

Es la fortaleza de un árbol, de dos, de tres,
de un bosque entero y añejo.
Es la fuerza del océano
sobre los peñascos de la costa
transfigurados en miles de caretas multiformes
por donde se estanca la sal febril
y se multiplica el sol.

Es la velocidad del latido
luchando por alcanzar la luz,
que primero se va colgando
de los hieráticos piecitos
y sigue, sigue combatiendo
hasta tocar la alas de la sutil luz…

Es la fortaleza,
la fuerza,
la velocidad,
el tiempo…

Tiempo de subir a un árbol,
al más alto,
AL MÁS ALTO,
¡AL MÁS ALTO!
Tiempo de sentarse en la orilla cada tarde
y vibrar en cada fiesta del ocaso
con sus rústicos tambores,
sus miles de máscaras naranjas
y amarillos rebeldes,
con su disfraz de corazón de gaviota andariega,
de pez valiente y salvaje…
tiempo de no quedarse nunca en la orfandad,
de combatir y combatir a toda sombra
hasta volar
y volar
y soñar…

 

Destaco dos cosas: Primero, la fuerza que llevan los versos en la mitad de la obra y, segundo, las buenas metáforas del cierre. Genial. Un fuerte abrazo amigo.

 

Versos Potentes. Hacen vibrar desde adentro hacia afuera y viceversa. Es pura pulsión poética. Me encantó. Pero porfiiiiiii... te olvidaste el acento en máscara.


Un gran abrazo, seso. Y gracias por compartir esta pieza pa volar y volar.

 

Bravo! es el himno del alma intrépida y bella. Poderosas imágenes con brío y gracia. Me he deleitado infinitamente con tu poema, seso.

 

precioso, toda una obra de arte...fiesta del ocaso...te quedó muy bien.
me encantó.
te mando mis abrazos y de paso mis 5 estrellas dejo por aquí!

 

gracias por el comentario

paz

 

graxcias ciela por leerme
y por tu comentario

paz