Adviento en casa

ADVIENTO EN CASA

Este ser del tamaño de un guisante,
erigido en el rey de mis antojos,
me humedeció con lágrimas los ojos,
del viente maternal todo expectante.

Aún le quedan meses por delante
para crecer, postrado yo de hinojos
ante Dios, arrancando los abrojos
a la senda de tan querido infante.

Preparada tenemos ya la cuna
para que se iluminen con la luna
sus gestos con mis nanas y sus sueños.

Y mis labios se encuentran de manera
que ansiosos se han quedado, y a la espera
de besar con amor sus pies pequeños.

Salva Glez. Moles.
29/11/2025.

 

Otro motivo de alegría, para que luego te quejes.
Esta vez será ELLA tu nueva musa, estoy seguro.

Brindo porque así sea.

Un abrazo, abuelo.

 

Cómo te lo agradezco, querido Manolo. La vida me cambiará y doy las gracias a Dios por esto. Esta mañana mi primer pensamiento ha sido para ese esperado ser que no pasa del tamaño de una avellana rogando que todo fuera bien en este adviento que nos ha sobrevenido.
Con un grandísimo abrazo.

Salva.