Luciernagas.

Y esa noche tu celeste mirada refulgió
con tal claridad que el resto se desvaneció,
la sangre vestal nadó en aguas puras,
y lindando el resplandor,
coligada en la transparencia
un nuevo retorno del alba crepitante
produjeron estrellas húmedas,
y sé de tu humedad y así te recuerdo,
y sé de tu lágrima escondida, encendida
ya nunca más vana.
Tu luz reposa titilante: sin embargo pronto
partirás.
Sin resquemor, sin miedo a las sombras,
sobresale un rumor claro,
una música elevando que espero.

 

rumores escondidos en sus versos, encendidos por el claror de esas lucernas que hacen mágico su poema, un placer leerlo estimado poeta Julius, le dejo mis saludos cordiales ;P

 

Me encanta como escribes Julius. Un abrazo con la pluma del alma

 

Conmovido por su agradable interpretación Lobelizh, me gustará visitar su blog. Cariños. Julius.

 

Estimado amigo me conmueve tu apreciación: creo que eres un gran poeta. Abrazo.