Oda al gato de mal agüero

Quiero un gato negro impertinente
que vaya cruzándose a la gente,
mirar sus muecas maldicientes
condenando tal funesta fortuna.

Ver con sus ojos felinos
el llanto de la moza acabada
por la inoportuna irrupción
de este desdichado mozo
que se cuela por sus ventanas,
llevando inocentes ofrendas
para reafirmar su lealtad,
mas, nadie lo quiere cerca
al hijo del hado infructífero.

Resulta incomprensible mi deseo,
quiero un gato, completo de negro,
para sembrar discordia y malos ratos,
para ver sufrir a los malditos escépticos
que se cuelan bajo escalas sin consideración.

Pobres criaturas de Dios
abandonadas por su cruel pelaje
bella demostración del brillo nocturno
en las constelaciones que en él se forman
por contraste a las múltiples basurillas
que en la calle presiden para acompañarte.

Quiero un gato negro,
presa de mi ternura y comprensión
pues es renegado sin saber razón
¿Cuántas piedras menos le llegarían
si en un hogar se aguachara el felino?
quiero un gato negro,
no por vocación de servicio,
sino que por sincera comprensión
frente a las carencias de estos desposeídos.

 

Original en su idea poema enmarcado en una bella y certera escritura, me ha gustado amigo J.E.Mozo. Un abrazo. Paco.