Tuyo seré siempre sin serlo.

En la cascada azul de tus pupilas,
deposito el horizonte verde de mis versos,
plúmbea eternidad que el alma maquila,
luz multicolor que engalana mi universo.

Ardo en tu cosmos amada mía,
en el sueño abismal de la locura,
labrando voy contigo mundos de fantasía,
palpando los espejos del amor y la ternura.

¡Oh! estrella encumbrada,
lumínica de fuego,
jeroglífico azul
bajo la noche obstinada,
eres el mundo girando
en lo más profundo de mi ego,
magnética sangre del espíritu
en mi alma represada.

Ah, si supieras mujer,
cómo se aglutinan en mi pupila
los turpiales de tu mirada,
los recuerdos de amor
que mi corazón hila,
la prodigiosa elipsis
de tu alma enamorada.

La sombra de la noche
divide mi deseo sin nombrarlo
destilando una gota
de mi sueño sin quererlo...

¡Oh! amada mía,
tu cuerpo en mis sueños
no dejo de poseerlo,
pues en esta soledad y ausencia
¡Tuyo seré siempre sin serlo!

Tato Ospina
DRA
Colombia​

 

Muy bello poema de tintes nostálgicos y algo melancólicos, las ausencias es lo que tienen, amamos sin tenerlas. Un abrazo amigo Tato. Paco.