Los naranjos

Es invierno y asoman entre el follaje de los árboles
unos frutos parecidos por su color, al sol.
Algunos se entregan y vuelan con ayuda del viento,
por eso no es raro ver esas esferas
rodar por las veredas de la ciudad.

En nuestra caminata despúes de la escuela
él y yo nos cruzamos con dos naranjos.
Mi niño tiene la ilusión de quedarse
con uno de esos soles que penden de las ramas,
de puntillas alza una mano hacia ese astro
tan parecido a una naranja,
pero no lo alcanza.

Es invierno y asoman entre el follaje
de las pestañas de mi hijo,
unos ojos parecidos por su color, a mi esperanza.

 

bello poema con sabor frutal y ese tono verde final....

saludos Malena

 

Si lo piensas, ese sol, esta tierra, ese naranjo y tu vientre, que para tu hijo fue su esfera; nos hablan de esa peculiar geometría en donde se desarrolla la vida. Saludos cordiales para ti Malena.

 

Que emoción tus versos finales y que belleza de expresión a través de esa fruta maravillosa a la que en tu poema amas y que te sirve de vehículo para expresar sentimientos que me atrapan. No se que decir más, es raro en mí, pero me has dejado paralizado de placer poético querida y super poetisa Malena. Besote maño para ti: Muuaakkss. Paco.

 

Gracias Emilio por la calidez de tu mensaje.
Un abrazo.