Horas a dieta.

Que largo es el tiempo..
que no, estoy contigo,
parece que el reloj..
alimenta sus minutos ..
con ausencia,
y en ésta desesperación..
que sufre mi alma,
quisiera poner..
las horas a dieta,

Como crece..
el silencio sin tu voz,
la busco,
y no encuentro respuesta,
y mi cuerpo..
encendido de pasión..
necesita tu cuerpo,
para apagar hogueras.

Mis manos, necesitan tu piel..
parecen haber envejecido..
desde aquella noche..
que se cerró la puerta,
y la luna, ya no visita..
nuestra habitación..
ha encontrado..
mejor propuesta.

¡No tardes amor..!
hay unos brazos..
que abiertos te esperan,
unos besos, llenos de calor..
y una boca, que no..
soporta la espera.

Daré calma al corazón..
le diré, que ya estás cerca,
que puse a dieta el reloj..
que las horas adelgazan,
porque los minutos..
ya, no se alimentan..
de ausencia.

Téura.
​

 

Un poema humilde, tridimensional, de puro sentimiento.
Espacioso y con pausas que lo enriquecen.
Con emociones de tristeza, euforia y encantamiento.
Hipnótica y en trance, como intentando conectar con la fuente primera.
Y eso se hace abriendo el oído, para disfrutar de la música.
Abriendo los ojos, para comprender el lenguaje no verbal, de los gestos y las miradas.
Y abriendo el corazón.

 

Que bella idea la de poner las horas a dieta, a veces la espera desespera pero si sabemos que él o ella vienen seguro a nuestro lado las horas son más ligeras. Me ha gustado amiga Téura. Abrazote vuela. Paco.