No hay lugar para mí

Elegí un camino
y me puse a correr,
jamás me habían pesado tanto
las piernas.
Jamás tuve tanto miedo
de no llegar a donde me propuse ir.

Elegí un sendero
y me puse a correr
en dirección opuesta a mis deseos,
en dirección contraria a ti.
Y el aire ya no entraba en mis pulmones
ni salía, me sentí morir.

Pero tuve que seguir.

En algún lugar del mundo
estarás,
estaré.
Como la luna, siempre.
En algún sitio iracundo
el sacrificio
es amor,
olvidarse de uno y dejar vivir.

Elegí un camino,
corrí, corrí.
No había lugar para quedarme
cerca de ti.
Elegí correr sola
imaginando tu rostro en el horizonte,
siempre serás parte de mis ilusiones,
en tu vida no hay lugar para mí.




​

 

Esas elecciones dolorosas, esos caminos tapizados de espinas y de vueltas en U para devolverse. Esas cuestas interminables.

Este poema hermoso, compañera. Un abrazo cordial.

 

Si no nos queda de otra, solo debemos seguir, caminar, correr, aún cuando sea en dirección contraria a nuestros deseos.
¿Si no hay espacio para nosotros en la vida de quien amamos, para qué insistir en hallarlo?
Sentidos versos.
Un abrazo.

 

Gracias César!
Cuesta la cuesta.
Pero para atrás se va desmoronando el camino.

Saludos!!!

 

Así es destinos.

Gracias por estar!!!
Saludos y abrazos!!!