De guarda y condena

De guarda y condena




No me guardaste y lo supe al filo de una inclemencia


por una distancia leve que convertiste en inmensa


Entendí no me guardaste como supiste hacerlo


entre ausencias y encuentros siempre breves e intensos


o caigo ahora en la cuenta que tal vez me habías guardado


tan vulnerable y frágil como un escrito en la arena…


Tu aliento suave empañó cristales casi despiertos


a través de los que veo ahora tu rostro latente


y el rostro gris de mi pena atribulando el recuerdo


de cuando podía mirarte muy cercana y bien de frente


sin que interpusieras nada. Yo, que comencé a guardarte


sin determinación casi, entre afecto y el deseo


hoy te sigo guardando a cobijo del mal tiempo


junto a lo que más quiero y unida a novel condena


que se impuso de repente tan sigilosa y silente…

 

Hermosas letras.
Un placer leerte

 

La divinidad admirable del arte supremo, la calidad de la poesía.

 

Bello poema envuelto en una sutil nostalgia que le da un un aire melancólico muy hermoso y logrado. Me ha gustado mucho amigo ricardinalgra. Un saludo. Paco.

 

¡Gracias Laura! El placer es mio por tu comentario