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Pecho inconstante tiene el Varón - en felipeserra.com

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por Wilhelmus Blaranzita, 21 de Enero de 2014. Respuestas: 2 | Visitas: 347

  1. Wilhelmus Blaranzita

    Wilhelmus Blaranzita Poeta recién llegado

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    Como es el viento frágil e inconstante,
    el que tempera el clima de la Tierra,
    así es la luna con su faz mutante,
    que ve al varón, si triunfa o si yerra.

    Y sus acciones, que gentiles llevan
    la tregua y el comercio entre las gentes,
    también la enseña bélica elevan,
    cubriendo al mundo en crímenes ingentes.

    Así es también la parca edad vetusta,
    con que la eterna ánima se engaña
    y que corruga el rostro, si se asusta
    sintiendo cerca suyo a la guadaña.

    Proteo vario innúmera semblanza
    así traía, y era así el don
    de Circe; mas no hay más inconstancia
    en ellas cual en el pecho de un varón.

    Menos variable el mío quizá fuese
    si en cuerpo de mujer fuera habitando;
    digan que no y mi yerro estuviese
    a mi razón venciendo y cegando.

    Dicen que un pecho como el mío es firme
    y aquel voluble y siempre en movimiento.
    Pero el varón desea ya sentirse
    poeta, ya guerrero a un momento.

    Desea ser amante y ermitaño
    y poseer inmensos caüdales
    que justifiquen el inmenso daño
    que de su mano salga a raüdales.

    Y ya sintiendo hastío de su suerte
    cree en pobreza hallar la paz que añora,
    e incluso envidia a quien la torva muerte
    lo aparta de ambición, que lo devora.

    Y, en cambio, ella es de un dictamen fijo
    bajo el hechizo tórrido de Kama.
    Constante como es madre con su hijo,
    o como es la Fortuna con la Fama.

    Como planeta el curso en el vacío
    a fémina alma Amor da la armonía.
    Y así, cuando ambos sufren de un desvío,
    en caos se confunden noche y día.

    Más constante el de ella que el que acuno,
    más firme y seguro que el de nos,
    porque ella dio su amor a sólo uno
    y yo, si bien contento en ello, a dos.

    En mi memoria tiento algún recuerdo,
    o a la piedad, por último, recurro,
    mas no es en su deseo nunca cuerdo
    lo que a piedad mantiénese aún duro.

    Y si transar parece el corazón,
    así este engaña a quien le da existencia;
    esta piedad descansa en mi razón
    y no en mi pecho, como es la sentencia.

    Tú, Corazón, que déspota de humanos
    en vano sabes de la compasión,
    a esta desertas, dando a los insanos
    gustos la vía a su, y mi, perdición.

    ® © Felipe Serra
    http://www.felipeserra.com
     
    #1
  2. edelabarra

    edelabarra Mod. Enseñante. Mod. foro: Una imagen, un poema

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    Estimado Felipe,
    tus bellos serventesios tienen algunas irregularidades métricas, seguramente originadas por algunas sinalefas que tú has tomado como hiatos;
    Además hay una rima imperfecta (recurro-duro), que deberás adaptar;
    deberás corregir esos versos para poder pasar a la siguiente etapa;
    por ahora NO APTO;
    un saludo cordial,
    edelabarra
     
    #2
  3. Antonio

    Antonio Moderador ENSEÑANTE/asesor en Foro poética clásica Miembro del Equipo Moderadores Moderador enseñante

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    Estoy totalmente de acuerdo con el maestro Eduardo, estimado Felipe, Morfeo anoche me jugó una mala pasada y no pude publicar mi valoración de estos estupendos serventesios, aunque me quedan en mi documentación un par de rimas incorrectas por añadir a la excelente valoración anterior, creo que también deberías modificarlas.

    Un cordial saludo.

    Proteo vario innúmera semblanza
    así traía, y era así el don
    de Circe; mas no hay más inconstancia
    en ellas cual en el pecho de un varón.


    Dicen que un pecho como el mío es firme
    y aquel voluble y siempre en movimiento.
    Pero el varón desea ya sentirse
    poeta, ya guerrero a un momento.
     
    #3

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