Amigo de la infancia

Conocí al gorrión
asomado a mi ventana,
con la misma sorpresa
que él tuvo
al ver llena mi mano
con torta de manzana.
Ninguno de los dos
conocía el miedo o la trampa.
Por eso, fuimos amigos
durante el tiempo,
que niños y aves,
comparten sus mañanas.
Los años se vuelven grises,
nos llenan de nostalgias.
En honor a éllas,
mi cocina está abierta
a toda visita
curiosa y emplumada.

 

Precioso, un encanto de versos, lastima que en las grandes ciudades nuestros pequeños amigos emplumados no tienen cabida.
Te dejo mi huella y saludos fraternos. Ah , estrellitas y repu.
Esperanzapaz

 

Es precioso, Luis. Es lo más bonito que podía leer hoy que la tristeza se ha aferrado con fuerza a los muros de mi habitación. No había notado que mi ventana está cerrada, en estos últimos cuatro días en que he perdido a mi gran amigo y a mi madre, olvidé escuchar el canto de los pájaros al despertarme. Gracias por recordarme que debo abrir de par en par mi ventana.

Un gran beso y gracias otra vez.

 

Hace muchos años yo creía también que nuestros amiguitos emplumados no estaban en la civilización, pero me equivoqué. Ándan por ahí bien cerca. Poné en la ventana una latita con migas y vás a ver que sorpresa. La necesidad los ha hecho adaptarse a nuestro feo mundo.
Dios repone el bien que hacemos a nuestros hermanos menores.
Luis Elissamburu.

 

Lamento tu tristeza, pero no perdiste a nadie en realidad. Ellos están aquí todavía mas cerca de lo que podemos imaginar. El mundo nos ha convencido que somos materialidad, y es el embúste mas grande de todos. Los seres simples todavía conservan la capacidad de ver mas allá de lo temporal. Date tiempo para ver a tu alrededor y vas a encontrar todo un universo maravilloso de seres que siempre han estado allí. Yo ya perdí a mis padres, pero muchos años antes perdí a mi hijo. Me costó mucho comprender. Y muchísimo mas volver a sonreir. Me sirvió mucho regresar a las cosas elementales y simples. La Santa Simplicidad, de San Francisco. Ahí estaba una de las claves. Y funciona tanto, que todos los animalitos de este mundo corren a consolarte.
¡Fuérza pequeñita!, la ventana puede estar como quiéras, lo que debemos abrir es el corazón.
Dios Te Bendiga, Te Guarde, Te Muestre Su Rostro y Te Conceda La Páz, hermanita poeta.
Luis Elissamburu.

 

Un instante en la vioda para recordar, un poema hermoso sin duda, un gusto leerte un abrazo hasta tu orilla!

 

Grácias por tu comentario.
Un abrazo.
Luis Elissamburu.

 

LUIS ELISSAMBURU

Hermosa amistad y una tierna poesia que trasciende en la linea del tiempo; una verdadera inspiracion; fue un gusto leerte; saludois.

 

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Un poema el cual conecta con migo al cien por cien pues los animales son para mi un autentico delirio y los quiero muchísimo, yo tuve un gorrión, un vencejo, etc,etc,etc y ahora tres perros y un gatito persa.
El amor a los animales habla mucho de la persona y su bondad.
Me gusto, felicitaciones a tu obra y un abrazo para ti, tu amigo José Manuel.

 

Grácias por tus conceptos. Todos necesitamos saber si lo hemos hecho mas o menos bien.
Luis Elissamburu.

 

Me van a terminar conveciendo que no soy el único lóco que anda hablándo con los bichos del bosque. Hasta puede ser que no esté tan loco y que los cuerdos seamos nosotros. Lo que seguramente aplaudiran, a su manera, todos los animalitos a quienes tengo cansados con
la plática. Gracias a Dios, amigo mío, vivo en un lugar donde los extraños somos los humanos. Así que soportaréis historias de nuestros hermanitos menores durante mucho tiempo. Un abrazo.
Luis Elissamburu.