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Vengo de la guerra y he perdido.<br><br>despierto&nbsp;<br>y me doy cuenta <br>que aún estoy errante&nbsp;en el desierto<br>de no hallarla, aluciné la libertad<br><br>Ja, yo que creí haber dicho la última palabra<br><br>odio a todos los que me enseñaron a fingir felicidad<br>para aparentarle al mundo, y me odio a mi por aprenderles<br><br>pero esta es mi venganza<br><br>harto me cansa a veces la vida<br>y tal vez siempre seré una melancólica inconforme<br><br>y el que venga a criticar, ¿para qué comenzó a leer?<br><br><br><br><br>

 

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Hola linda, hace rato no te veía. La guerra no se pierde amiga, se pierden batallas. Ahora tal vez estás aburrida pero sabes que sí eres esa flauta dulce que muestras en tus poemas. Hay una frase que dice: La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos dulces. Hemos de tener calma. Vengo a darte un abrazo. Claudia.

 

...Gracias Osa, (no merezco tu ternura...) es verdad, debo tener paciencia... gracias por tu abrazo, me suaviza el alma...