Sur realismo romantico

ensimismo el rocío de la lluvia grisácea
que posaba en el mar de flores minerales
al niño su medida flotando bajo el ojo
para que no se pierda la música y el ocio
la bella flor recuerda tus manos en el sueño
pero llega el silencio bebiéndose tus lagrimas
y caen como estrellas los cuidados del alba

cabalga entre las aspas de una música negra
el rocío de invierno
que lisonjea las quejas del viento
adulando la esfinge de la luna
que seduce los senos cristalinos del agua

es fácil enlutar los heliotropos rotos
entrelazados al verso en la cadera
simple gotear de posos en la sombra
así descansa el pensamiento
floreciendo quijadas en el ceno
...
el amor es partícula de azogue
casi escuálida risa de un convento
si miramos la flor nos encantamos
y seremos palomas bajo el olmo

si la luna se duerme nos deseamos
para besarnos estarán los días
sonrojando el pulso de los labios sedados
el viento se posesa sin rumor de alas

y se desangra el cofre de un pasado ermitaño
así seguramente sin la razón ni el viento
cuando sopla engarzado la fe de un mismo canto

si la luna se duerme nos mojamos
hasta volver la llama solitaria
entonces arrastraremos voces para iluminar el puente

...
estupor de racimos lagrimales entre
la bruma sombra de colores
paraíso sin agua en los jarrones
almidonando escenas venenosas

ayer salio girando tu alma entre el ocaso
yo despacio rumoro mi quietud solitaria
amplio desahogo de rosas en un vaso
felices los que tocan del verano la risa

pasas deleitando un quejido escarlata
amplias desdichas
en el sur acreciento sus muecas sonrojadas
de allí viene su grito cuando muere la luna

...
tengo el animo flácido
lento avispón de olvido
cuatro veces veintiuno
y uno mas en la sopa

caracola de fuego
siente mi vista herrada
si falla el corazón
pide mis ojos rotos

con guantes diminutos
recojo la vendimia
antes que la inocencia
abrupta se desgaje

regresa cuando el llanto
sacuda los espejos
dirigidos al frío
de los inviernos planos

...
hay cohetes soplando en las estrellas
voluptuosa la noche y tu mirada suena
la lluvia verde silba sobre la arena blanca
y tus deseos tocan la canción abrumada

entonces aparecen las alas degolladas
el viento yergue soles en sus racimos quietos
y un fomento de flores baldea las esquinas
donde los perros lamen la sal de los orines

allí donde se alargan los coros del sepulcro
se quedaran coquetos los años evadidos
es agosto y las nubes han cruzado el otoño
devorando la sangre de los pájaros ciegos

con un dejo de lloro se ha partido la sombra
y un sumiso retorno adolece tus brazos
es el amor que arrastra
los delirios que azogan la luz distorsionada

...
aluminio de quejas
altos monumentos ladran sin palabras
en un vacío hueco
ecológicas ondas
sueltan invisibles formas axiomáticas
la verdades explayan
ecos de pureza síntesis del verde
quejido de la fauna
donde la flora suelta sus aromas
fúnebres odas de supervivencia.





german g
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Las palabras escritas hablan por si solas

 

La naturaleza, niña de trenzas verdes, es la madre de la poesía. Me gusta ese lirismo que conjuga la realidad y el sueño en el ensueño. Creo que alguien se refirió a esto como lírica celeste. Saludos.

 

Si, pero no amigo, es surrealismo romantico.
Un placer saludarte compañero
deseandote lo mejor.
german g

 

Excelente la emocionante calidad del arte soberbio y maravilloso.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.