Éxtasis melancólico de ojos llorosos

En momentos donde la agonía no te calma
puedo viajar hacia esos lugares oscuros
donde las lagrimas no calman sus ansias
y al consuelo le es ingrata la felicidad,
ahí, en donde la negación de cada profundo acto
extiende la mano hacia los dolorosos recuerdos
que tan solo con verle llorar sus almas,
sentí como la pena embargaba mi soledad,
enmudecidas por las penas y las arrogancias
con las que tú, éxtasis melancólico
me usas para justificar tus andanzas...

Recorro esos mismos lugares
que la inconciencia depravada me invita,
en donde el dolor se sufre así mismo
¿dónde mueren las tonadas de un piano ya difunto?
¿Quienes recordaran tu melodía?
cual vago hedonista por sus placeres,
cuando el sufrimiento iracundo ya no pueda calmarte
y busques la muerte sin poder encontrarla,
¿quien secara tus ojos llorosos antes de quererte?
¿dime quien te amara hasta la reminiscencia de tu oscuridad?
¿quisiera ser yo?, pero y a mi, ¿quien me amara?

En cada insospechado acto se detuvo,
brillan en la noche sus lagrimas calidas,
caían sobre mi rostro como fantasmas
a juzgar por su mirada, sé que no le importo permitirse otro irónico dolor,
culpas de mis culpas,
que le huyen a la inmortalidad
¿por que no retornaran a tus ojos?... ¿por que?
¿permanecerán insensibles hasta el desprecio o la iniquidad?
de un quizás ausente de toda presencia
y de esa nostalgia de la que todos somos prisioneros,
o de una benevolencia carente de bondad.
pues no lo culpo, eso lo sabes al igual que yo.

Suspendido en aquel momento de vacilante entrega
en los ojos de un perdido amor
me encontré sufriéndome a mi mismo,
comprendí el precio de la devoción,
cerré los mismos en muestra de desprecio
permaneciste a mi lado también sufriéndome,
como yo, llorando la furia
como yo, amando mi penuria,
ante esta estupida e ilucionada intención,
de sentirte alegre en la melancolía
de recorrer cada susurro amargo del rencor
y no te fue suficiente amarme,
no por que aun permaneces en estos ojos llorosos,
para inferirle placer a tus lagrimas
y deseos de morir a tu dolor.
¿Dime te acordaras de mi?
si, tal vez algunas veces,
extasiado lo encontré ahí, solo sin refugio
cuando al sonreír con lagrimas
como un augurio lleno de canibalismo
recuerdos de lo que yo en ti era te penetren,
directo e irreverente,
con la libertad que solo ofrece la muerte,
para que o llores con migo,
o llores como yo.


El éxtasis es solo una ilusión de mi dolor
que no puede ser el tuyo encaminado a perderse
en los refugios inalcanzables de este amor
que solo puede fracasar en la inigualable
furia de creencias de odio inextinguible
hasta la palabra condena a la perdición
por que en tus ojos se perdieron, Gil mi corazón.

 

Bello, triste y extrañamente familiar, no sé como hiciste para entrar en lo que siento...
Un abrazo!

 

triste poema, creo que debes hacerlos menos extensos aunque en si es cierto quieres mostrar tu profunda melancolía, debes corregir algunas faltas, saluti