Tu niño amado.

Nunca podías olvidar al niño de ojos negros
que aprendía a tocar el piano
contigo.
Siempre le tenías en cuenta
para refrescar su memoria
en los acordes altos
y los bajos
de las piezas clásicas
que se plasmaron
desde la niñez.

Así que
tu ternura incomparable,
en bellos versos de cánticos y serenata
el piano compartía
al oído de quien amaste.

Perfecta
maestra de la luz
que labró con cada bello toque
la pasión por la música
y otros dones.

No está de más decir
que le gustaba la hora del descanso
porque había siempre leche caliente
y galletas de avena untadas con mermelada,
hechas por tus propias manos.

Ese niño era feliz.

Ese niño te extraña hoy.

Ese niño sigue recordando tus clases de música.

Ese niño te sigue amando

cuando toca en soledad el piano.

Ese niño te recuerda
aun con la mirada dulce y la sonrisa abierta
porque había aprendido por fin a tocar Chopin.
Nunca olvidó tu rostro maravillado.

"Tu niño
amado".
​

 

Gracias Mi Brisa, ella siempre lo supo y lo agradeció. Era muy estricta en clase pero era pura ternura y comprensión. Aun le recuerdo con tanto amor y la extraño, como también su dulce tocar el piano.


Gracias por valorar este poema homenaje.


Gracias infinitas.


Elik.

 

Que precioso poema, ese amor tan inocente del alumno a su maestra y se extraña tanto cuando ya no
esta a tu lado, quisieras que el tiempo regresara atrás para vivir esos bellos momentos.
Un placer recorrer tus versos tan tiernos y dulces.
Un abrazo y mis estrellas desde mi bella tierra.

 

Es un placer poeta Sandry ser leído por usted en este día.


Gracias miles.


Gracias infinitas.


Elik.