Maipu 2171

Razones y llaves extrañas habitan ahora esta casa:
ayer vi un par de innovaciones, y se cerraron mis ojos.
Casa de mis padres en la que aún hoy siento
el ruido mojado de la lluvia sobre sus tejas.​

Otros son sus dueños, y otras manos
abren de su portón gastado, el viejo picaporte;
yo solía por las noches, rebasarlo sigiloso
con mis diminutos y borrosos talones.​

Casa de mi adolescencia, casa de la dicha y la agonía.
Hoy vuelvo como un ave ciega a tocar sus muros,
y percibo como una gota de miel desenterrada​

[FONT=times new roman](de mi memoria) derrama para mi madre, ya muerta:[/FONT]
[SIZE=4][FONT=times new roman]un jazmín blanco en su añorado jardín; mientras escucho[/FONT][/SIZE][FONT=times new roman][/font]
[B][SIZE=4][FONT=times new roman]su voz, invitándome, a la hora alegre y absolutoria del mate[/FONT][/SIZE][FONT=times new roman].[/font][/B][FONT=times new roman][/font]​

​

 

Hola, extrano título de tu poema con un contenido de soledad con recuerdos de la madre ausente. Saludos
¡SONRIE!

 

Si, Si, parece extraño pero no lo es.
Corresponde a la dirección de la casa que inspira el poema.
Te agradezco tu comentario
Un abrazo
José

 

La casa tiene un corazón que guarda la memoria de los nuestros, y convierte cada vida acumulada en sus paredes en algo inolvidable. Qué bella manera en que recuerdas a tu madre con sus jazmínez blancos, ojalá volvieramos un día a ser niños...

un gusto leerte, ha sido triste, triste y hermoso tu poema.

Hasta ahora entendí el título... una dirección, un número, una dimensión completa en la memoria.

 

Gracias poetisa, gracias por entrar en mi rincón
Un abrazo inmenso para ti
josepanton