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Esclava de tus besos (2 parte)

Tema en 'Prosa: Amor' comenzado por Malphast, 11 de Marzo de 2010. Respuestas: 4 | Visitas: 999

  1. Malphast

    Malphast Poeta recién llegado

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    6 de Marzo de 2010
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    El camino estaba resguardado del temporal por los grandes árboles que lo custodiaban, pero al mismo tiempo impedían que la luz penetrara entre ellos creando un ambiente oscuro y peligroso, ya que los bandidos eran dados a utilizar tales lugares para sus fechorías. Ann no les tenía miedo, sabía que no le harían daño, ya la habían capturado más de una vez y se había dando cuenta de que no podrían sacarle ni un maldito penique a su avaricioso padre.

    Estaba empapada, la lluvia había arreciado pero ella no había acelerado el paso, sabía que el hombre que la seguía, aunque intentara no aparentarlo, no podría seguirla a un paso mucho más rápido. Sentía como el barro se esparcía por su falda y se sentía sucia y enferma por lo que acababa de ver sin poder hacer nada… ¿Era aquello justo? ¿Acaso ellos no eran humanos como otros cualquiera...? Quizás solo ella pensara así por experiencia propia, pero no podría quedarse parada sin hacer nada.


    El pueblo se irguió ante ellos rápidamente, con las primeras chabolas de las afueras como recibimiento. Las calles desiertas parecían el habiente perfecto para ladrones y prostitutas, los había visto más de una vez al volver de sus compras y ya no le importaba.


    La casa de su padre se alzaba en lo alto del pueblo, un caserón oscuro y lúgubre al que nadie se atrevía a acercarse. El viejo Conde, lisiado en la guerra, era el azote de todo aquel que se atreviera a adentrarse en sus dominios sin autorización.


    Ann saludó a los guardias con una sonrisa mientras seguía su camino pasando por las altas rejas. Miró a su acompañante y lo instó a ponerse a su altura, si iba a enfrentar a su padre de nuevo por ese tema quería que esta vez se enfrentara con el problema de frente, sangrante, con mugre y magullado. Le gustaba que aquel hombre fuera el que la acompañaba, su mirada era fuerte y segura, justo lo que necesitaba para enfrentarse a su padre, fortaleza y seguridad, cosas que, al estar frente a él, siempre le faltaban.


    Marco los encontró en la mitad del camino que separaba la gran casa de la verja de entrada y preguntó en voz muy baja:


    -¿Está bien señora?


    -Sí, no te preocupes Marco.


    -Entraremos al hombre por la puerta del servicio.


    -No, esta vez ese dictador se encontrará con el problema en sus narices- respondió ella sonando más segura de lo que en realidad estaba.


    La puerta principal se abrió para ellos, ahora que estaba rodeada por dos hombres grandes él no podría pegarle, pero todavía podía salir magullada moralmente de aquel encontronazo.


    El Conde la esperaba en uno de los escalones de la escalera de mármol, con su bastón negro apoyado firmemente y su mirada severa y cruel. Rápidamente inspeccionó a sus dos acompañantes, así como a su hija, que sintió como si esos ojos de serpiente se le metieran bajo la piel.


    Una de las criadas, precisamente una de las primeras que rescató de una caravana de esclavos, se acercó a ella y le quitó la capa negra mojada mientras le daba ánimos con la mirada y se escabullía rápidamente: su padre ya le había pegado más de una vez porque no quiso acostarse con él.


    -Veo que te has divertido esta noche, hija mía- dijo el Conde con voz grave.


    -No seas cínico padre, ambos sabemos que si pudieras ahora mismo estarías pegándome con ese bastón- dijo ella con la mirada altiva.


    -Veo que ya te has recuperado bien de la última, arpía, en cuanto tu guardián se aleje de ti volverás a probar mis azotes- respondió el anciano mientras se daba la vuelta y se marchaba escaleras arriba.


    Las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas y un nudo en su garganta se formó repentinamente, todo su cuerpo esperaba la frase que se avecinaba.


    -Ojala no hubieras nacido.


    La criada volvió a aparecer y guió a Ann a su baño, otro de los criados se llevó al nuevo esclavo rescatado y el guardián la siguió de cerca. Lo que no sabían ninguno de los presentes es que el nuevo esclavo no sería uno más y pronto lo descubrirían.
     
    #1
    Última modificación: 12 de Marzo de 2011
  2. Numeritos

    Numeritos Poeta asiduo al portal

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    7 de Marzo de 2010
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    Esta muy bien aunque ya sé muy cruel ehhhhh aixxxxxxxxx tuviste razón, el final este ni me lo esperaba aixxx bueno que hay más no o ya se queda asi jeejj un besazo malphast ;)


    Bienvenida en este mundo ;) suerte en todo ;) y meteles caña a todo ;)



    TQ vale ;)




    bueno me despido y un besito wapa ;)




    Critica: Ninguna ;)



    Positivo: Todo esta bien estructurado y la forma en que escribes se nota que eres una mujer que sabe como escribir estos relatos ;)


    venga wapa aqui para todo si?



    Saludos ;)
     
    #2
  3. AMANT

    AMANT Poeta adicto al portal

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    11 de Mayo de 2007
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    Buena forma de atrapar al lector, fluida manera de narrar. Un placer entrar en tu mundo de letras. Tienes mucho talento. Sigue aquí, en la prosa, lo haces muy bien y si quieres meterte en la poesía estoy segura que saldrás airosa. Dios te bendiga. Besos.
     
    #3
    Última modificación: 15 de Marzo de 2010
  4. Reptarius

    Reptarius Poeta recién llegado

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    5 de Mayo de 2008
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    Mmm... Bueno, a favor tu prosa continúa teniendo destellos de interés temático y caracteres de arraigo en tus personajes. Una ambientación propicia para elevar el sentido de una atmósfera que envuelve al lector con algo de vértigo, apego y morbo. Lo que tal vez no me convence, son las situaciones de inverosimilitud que posiblemente en contraparte, podrían ser aquellas que más interés brinden al relato. Un Esclavo que por el simple hecho de su presencia hace mella en el más cabrón de los villanos... ¿Acaso, si es rico, no tendría otros dos de su tamaño para que lo tumbaran en cuanto hiciera chasquear sus dedos?... ¿En el bosque no se atrevían a secuestrar a Ann porque ya lo habían hecho y su padre era un tacaño?... No sería más fácil plantear porque sabían que era cruel y despiadado como un sabueso del infierno para dar caza a los que le hicieran daño a él o a los suyos?... Pero bueno, disculpa, de pronto me tomo el oficio de las letras y las ideas como algo serio y me da por hallar cabos sueltos en donde tal vez no los hay, sino sólo mi mente egoísta.

    Un saludo. Continuamos en la mira.
     
    #4
  5. Trinity

    Trinity Vampiro.

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    3 de Octubre de 2007
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    Me gusta tu forma de narración porque, aunque no especificas mucho en los detalles, sabes explicar las situaciones y en brevedad, los lugares por donde transitan los personajes. Tienes uno que otro acento faltante y unas cuantas comas, de todas maneras te he explicado el porqué de algunos errores directamente en la cita para mayor comodidad de las dos.

    Esta segunda parte está muy bien, claro, hay un detallito que me surgió: ¿por qué el padre, si es dueño de todo, no le ordena al guardián alejarse para entrarle a golpes? Si yo fuera un malvado padre le eliminaría todo cuidado para enseñarla a obedecer; aunque no sé si eso se explica más adelante, pero planto mi duda de una vez por si acaso. Otra cosa, que no me gustó porque me parece que no queda bien ahí por el estilo de narrativa que llevas, es lo subrayado, el final: me parece que está de más que indiques lo que tú misma ya has sacado a la luz desde el comienzo; es obvio que no será un esclavo normal por la forma en la que has girado en torno a él.

    No sé por qué no había visto las partes, pero ya que las encontré las leeré todas... Ya quiero ver la tecera; por lo pronto te digo que hasta ahora, sigue atrapándome la historia y le has ido agregado elementos bastante interesantes. Veamos qué sucede a continuación: me ha gustado.

    Estrellas para ti y un abrazo.
     
    #5

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