Poema VIII

Quizás, solo teníamos sueños de caminos separados
y el lejos de una memoria inútil
de encuentros sin agrados.
Pero tú,
tú siempre exististe dondequiera,
aunque existías mejor donde te quiero.

El día que me reconociste entre la niebla
antes de que sin percatarte caminé por tu lado
y me deleite con tu sonrisa,
mientras tus ojos buscaban lo que hoy nos inunda...
Ese día encontre el amor

Ese amor dulce y sincero
como estela dorada de tus pupilas.
Ese amor de locura y desenfreno.
Un amor sin condiciones
que me convierte en apasionada de tus palabras,
porque de todo lo que he visto
solo a ti quiero seguir viendo
porque de todo lo que he tocado
solo tu piel quiero seguir tocando

Y aún más te amo,
sin saber como se quieren los otros,
sin saber como amaron antes,
solo sé que vivo queriéndote y amándote
eternamente como noches estrelladas
y sin medida como un beso apasionado.

Dedicado a Antón Barra.

 

Bienvenida,
buen poema...
Un placer leerte,
saludos.

 

Sigue queriendolo así de esa hermosa manera que plasman tus letras.
Un placer leerte y... me alegra saber que eres chilena

 

Hermosa dedicatoria. Te felicito.