La respuesta.

Apreciado amigo:
Recibí tu carta y estoy asombrado,
¡las cosas que cuentas!
¿me pides trabajo?
¿que tu novia de años se te fue con otro?
Yo sé que es mentira.
La vi en estos días. Su rostro de niña
se cubrió de luces cuando te nombraba.
Llevaba jazmines de su antigua casa
... y aquél nene es tuyo... te doy mi palabra,
¡si es que el condenado te robó la cara!
No puedo creerte cuando así, me dices
que ella fue tan falsa.

Me consta que, entonces,
cuando la llenabas de cosas compradas,
de dulces, pañuelos, sedas y juguetes,
cuando te rodeabas de falsos placeres
en fiestas y clubes
y le dabas vueltas en tu carro nuevo,
cada cuatro días cambiando sombrero,
a veces furtivo, como un ladronzuelo
por esas esquinas solas de mi pueblo,
me consta que entonces, cuando no eras viejo,
en aquellos días que todo sobraba:
los carros, las casas, amores, sonrisas,
tu salud, trabajo, mujeres de prisa,
el traje impecable, la camisa fina,
las despensas llenas en las dos cocinas
y el florero caro que como regalo
le llevaste un día,
o aquella moneda que cayó en su mano
con una mentira,
los dulces de leche, los libros de Agatha
y las ocasiones
que tú preparabas
cuando por un beso suyo le rogabas,
teniendo de todo,
me consta que entonces ella no te amaba,
que todo ese tiempo, cuando la colmabas
de tantos obsequios,
cuando le ofrecías
un supuesto imperio
donde ella, tu reina, así, a cualquier precio
sería omnipotente,
cuando aquél teléfono
sonaba y sonaba,
me consta que entonces, ella no te amaba.
me lo dijo un día como confidencia,
me dejó ese duro cargo de conciencia.
Recuerdo la tarde, la silla y las tazas
y su gran tristeza por tus esperanzas
porque ella creía que un amor tan grande
merecía respuesta. Y así te metiste
dentro de aquél pecho ansioso de afecto
sólo con tus besos.

Me consta que entonces
cambiaste las cosas que le regalabas
por toda la angustia que llevabas dentro.

Cuando al fin lograste lo que tanto ansiabas
le diste problemas, pecado y pobreza,
sobresaltos, penas, llanto y desconfianza.
Y ella ya amaba
tus manos vacías y tus sienes blancas,
porque estabas viejo, y no tenías nada.

Me consta que entonces
- hará pocos días, o quizás semanas -
todavía a la sombra de tu cambio absurdo,
me consta que entonces aún te añoraba.
Me confió su angustia mientras me veía,
se pintó los labios, se peinó de prisa,
se secó las lágrimas, alzó su carita,
recogió las sobras de su cena fría
y con gesto altivo... retornó a la vida.

Me consta que entonces, aunque aún te amaba,
ya estaba consciente de que te le ibas.

Hoy he vuelto a verla. Está más delgada,
tiene otro semblante, está resignada.
La encontré en el huerto, recogiendo aliños
¡y aquél jardincito tenía tantos lirios!

Cuando abrí la puerta de su casa limpia
me miró de lejos y una gran sonrisa
coloreó su rostro de franca alegría.
Quise preguntarle si te había olvidado
¡y leí en sus ojos que aún te quería!

Apreciado amigo,
¿qué más puedo hacer?
ella está enterada de que fuiste infiel.
No quise contarle de tu "gran amor"
porque creo que luego se lo harás peor.
Déjala tranquila,
ella le ha encontrado sabor a su vida,
con su nene a cuestas
no luce sirvienta, parece princesa
y tiene consigo tu continuación.
eso es lo que siempre supe que anhelaba
cuando tan confiada
dejó entre tus manos su reputación.

Ya no escribo más.
Me llena de pena tu gran soledad.
Dile a tu viejita que una tarde de estas
iré por allá.
Saludos a todos,
tu amigo,
Tomás.

 

Uf y que carta, sin palabras, ya todas estan dichas. Veo que le hace usted bien a la poesia, un disfrute para los sentidos del lector sus versos, grato dejar una linea por aca.
saludos y vaya una felictacion

 

Hola Lucía, bienvenida al portal y gracias por pasar a leerme. Un abrazo desde Venezuela.

 

Gracias por deleitarnos...
un beso
Rosario

 

A tí por pasar, amiga. Abrazos.

 

Susana, que lindo escrito. Sabes que me llamo mucho la atencion? Como describes toda la parte donde ella aun no siente amor por esa persona; pero es tanta su insistencia con regalos y atenciones que al sentirse colmada se supone casi en la obligacion de corresponder a ese amor y al corresponderlo y hacerlo realidad se acaba. A veces para los hombres nos convertimos en un reto, nada mas, y al conseguirlo se van tras nueva victima. Que pena. Buena historia, Susana. Siempre es un placer leerlo. Sinceramente: ISABEL

 

fuerte carta, pero fuerte y tristemente ganada la vida que ahì cuentas

un placer pasar por acà un abrazo fuerte

 

Gracias por pasar, Isabel, y por tu comentario.

 

Gracias por tu comentario, amigo. Abrazos.

 

Espero que este cuento, querida Albaclara, sea el fruto de tu imaginación,
me ha parecido excelente y muy triste,
digno de una telenovela de pañuelo en mano,
pobres ambos protagonistas, cada uno enamorado y por caminos distintos...
pero detrás de todo esto, está tu mano prodigiosa, relatando vívidamente el drama;
un abrazo,
edelabarra

 

Sobrecogedoramente bello señora Susana, he recordado con placer gracias a usted a los clásicos de la literatura española, argentina,etc, es un poema muy emotivo, gracias por deleitarnos con sus letras. Saludos y recuerdos.

 

Hola amiga, realmente un placer leer esta carta que no hace mas que mostrarnos de una manera magnifica y una forma de escribir especial. Un pasaje de una de tantas vidas ajenas que esta llena de traspies y que con el amor en el medio, que no siempre es correspondido, las personas siguen viviendo y como dicen muchos "la vida sigue y hay que ver como se resuelve".
Me encanto. Te mando un beso grande y te felicito.

 

Lamentablemente, querido Eduardo, el poema narra una historia real. Tomás, enamorado desde siempre de la novia de su amigo, sigue de cerca el sufrimiento de la mujer amada que no le corresponde por estar entregada a un amor desleal. Y calla a su corazón sin esperanzas. Gracias por pasar. Abrazos.

 

Ya pasé antes por estos versos. Tenía prisa, vi que era largo el poema,
leí un poco, me fuí.
Ahora vuelvo a pasar porque me quedó el sabor y me puede la intriga.
Hice bien. Quedé extasiado con la lectura de tal hermosura y ahora te
envío mi más sincero agradecimiento por dejarnos leer estas maravillas.
Van en un fuerte abrazo mi felicitación y todas mis estrellas.
Xosé.

 

Hola Jorge, gracias por un comentario tan elogioso. Me complace que te haya gustado. Te envío mi cariño.

 

Gracias por pasar, Adrian.

 

Gracias, amigo, por estar.