Relato de la vida insipida

Estuve jugando al escondite
me delato el olor a muerte,

No logro fruncir el ceño
para hacer ver que estoy descontento.
Y tampoco logro reír a carcajadas
Para hacerte ver que me alegro.
Es una piedra fría, inerte y sin vida.

Enloquezco en el día
y reposo por las noches, la misma rutina
a punto de enloquecerme.
No se si seguir jugando en el laberinto de mi masa encefálica
O pronunciar fuertemente tu nombre.

Tu presencia ejerce presión sobre la viga
De donde pende mi alma.
Sin que ni para que, sigue este efecto estúpido
De dependencia a la nada.

Aun están sellados mis labios para poder decir que te amo.

 

A veces subesimamos el poder del fuego, hasta que se llenan de llagas los ojos, y el cáliz igneo de de lo que callan tus labios quema la garganta para hacerte hablar en sueños.... ojalá los vientos sean favorables y algun día naufragen en alas de luciérnagas...hacia donde la brújula marca el norte.

 

las condenas amaestradas por las mareas son inevitables hasta que el velero rompe en llanto con el viento

 

Tristes letras, biemvenido, muestra añoranza y deseos en sus letras muy bien plasmadas, grato leerle, le hace falta un acento por ahí, saludos

 

gracias Guise, se lo agradezco
adios

 

Un placer estar en tus versos
saludos

edu

 

gracias apreciable colega

 

El silbildo perfilado de séptimas intenciones...logra solo a veces, aplacar la tormenta de ansiedades...
Hasta cuando? es la unica interrogante que tendra paz esta noche.