El brote

Muchas gracias, estimado Francisco,
tu visita por acá, me hace recordar que hace tiempo no te visito,
trataré de enmendar esa falta,
me honras con tu presencia;
un abrazo,
Eduardo.

 

Es simpática tu dedicatoria a tu nieto... Seguro que va a aprender mucho de su abuelo y es muy ofortunado de ser tu nieto... Saludos

 

Muchas gracias por tus amables palabras, querida Celena;
mi nieto es una de mis debilidades y trato inculcarle el amor a las plantas;
por eso trato de darle cierta trascendencia al hecho de plantar un árbol
y rodearlo de cierta ceremonia;
un abrazo,
Eduardo.

 

Amigo Eduardo, una vez más va mi felicitación hacia tu poesía, que siempre disfruto tanto. Un hermoso y bien construido poema en el que viertes esos sentimientos tan humanos y paternales. Saludos.

 

Muchas gracias amigo Flavio, yo también disfruto tu presencia y los atentos comentarios que haces a mi poesía;
un saludo cordial,
Eduardo.

 

Muy bello. Me encantó este poema transparente y diáfano, como el albor de una mañana veraniega. Un abrazo, amigo.

 

Mil gracias, querida Albaclara, que una persona de tu sensibilidad me lo diga, es demasiado elogio para mí;
un abrazo amiga,
Eduardo.

 

Preciosísimo poema, hermosa foto, hermosos niños, hermoso tu, hermoso todo!!!
No querrá uno de ellos ser el novio lejano de Irenita??? jajaja, me encantan tus versos de amor, de deseos, de esperanza, de ver al futuro de tus nietos que son también tus hijos, tu fruto...
Abrazotes!!!

 

Muchas gracias de nuevo, querida Myriam, la plantación de un árbol, trasciende nuestra vida, queda para ellos, por eso la revisto ante ellos de cierta ceremonia; (foto);
un beso,
Eduardo.