Noche en el cementerio

Iba pisando hojas secas
por el cementerio
cuando encontré mi sepulcro
con mi nombre en medio.

Me tumbé sobre las letras
manchadas de sangre
y mis lágrimas caían
limpiando la tarde.

Las calaveras despertaron sonrientes,
me cogieron con sus huesos,
me arrastraron a contra corrriente.
La piel se desprendió de mi cuerpo
y el cráneo se separó de mi mente.
Ahora era un loco menguante.
Ahora era un muerto viviente.

Mi camisa se deshizo,
cayeron mis dientes
y mi esqueleto completo
abrazó a mi muerte.

De los sepulcros salieron
millones de muertos
bailando mi bienvenida
en el cementerio.

Las calaveras despertaron sonrientes
me cogieron con sus huesos,
me arrastraron a contra corrriente.
La piel se desprendió de mi cuerpo
y el cráneo se separó de mi mente.
Ahora era un loco menguante.
Ahora era un muerto viviente.

Entonces abrí los ojos,
contemplé mis manos,
me salió una carcajada,
lo había soñado.

 

Clara!!! si de verdad, es mucho suspenso..., muy bueno nena, me gustó muchísimo.

 

Gracias por leerme,
no he tenido ese sueño,
sólo en mi mente, menos mal, jaja.

Besitos.

 

Gracias mi niña,
es siempre un placer recibirte.

Besitos.

 

Si da mucha risa, pero está muy bien redactado.
Un abrazo.

 

Bueno, gracias por leerlo.
Besitos.

 

Un refrescante poema, a pesar de la oscuridad del tema, encantada de disfrutar tus letras!
Besos,
Chiqui.-

 

Cuando me vea epitafio nose como sudarán mis venas.
Esta bueno esto de tumbarse sobre las letras.
Me gusta mucho como déjas librarte a puertas.
Bravo, muy rico, como decimos aca: "soñado"
*****

 

Me gustan estas líneas Clara,
buen texto.
saludos

 

Gracias chiqui por pasarte por este poema
un tanto fúnebre, jeje.
Besos.

 

Siempre es divertido soñar, imaginar,
escribir sin miedo y en libertad.
Un abrazo.

 

Muchas gracias jock,
a mí me gusta verte cerca.
Besitos.

 

Excelente pero terrible pesadilla
un beso
Rosario

 

Gracias por tu visita, Rosario.
Un beso.