Café helado

Lo nuestro duró el tiempo
en que se enfría una taza de café
no en un tiempo cualquiera
sino en el mas frío invierno
donde las hojas se secan
sin compasión de la naturaleza

y te tomé aún sabiendo
que no sabría rico después de un tiempo
café que precisa el invierno
que viene a saciar las gargantas de hielo

estabas servido en el mas nítido manjar
esperando que alguien quiera su boca mojar
tentación de tu aroma
misteriosa oscuridad que te incita
sonreias porque veías mi sed
pero no me advertiste tu cruel droga

es que tu aroma se niega a dejarme
cuando ya estas lejos de mi boca
y en tu ausencia me siento loca
porque estas presente estando ausente

más, aguantaré los días de invierno
esperando que otra estación
coincida con mi pasión
esperando que llegue el día
en que no seas más que lo que fuíste
un cafe helado en los días de invierno.

 

Me gustó mucho la analogía que trazas con el café. Espero que tengas ese reencuentro.
Besos desde el Mediterráneo.

 

Gracias Pedro nuevamente, me da alegria que visites mis versos un placer inmenso, que lleguen mis saludos a tu bahia