La princesa

La Princesa

Somnoliento viene el
fulgor que en sus
ojos se enciende,
es bonito el mar y el viento,
florecimiento sutil, esencial
creo en el corazón,
¡A cantar!

Primorosa la princesa,
marchó bajo el cielo,
para apagar la estrella blanca
que se formó con suspiros.

Y siguió en alta marea a la luna,
el viento agitó las
velas blancas en ese mar
que es el mismo de siempre,
goticas de luz para
atraer a la gente .

La princesa fue
al pozo de la estrella,
dijo, esa no es brillante,
no es necesario cruzar,
es una nube congelada.

En sus ojos libres
el dolor tiránico del exterior,
el corazón cree
en las inundaciones cristalinas,
alegría mustia que se da
en la tumba de su astro.

La princesa tiene
brillo con la estrella,
y con el viento que
toma su respiración,
marea de gracias resuenan,
es el sol risueño
que despierta en su interior.

 

Maravillosas imagenes del desandar de la princesa pintan tus versos, amigo poeta. Es un placer dejar mis estrellas para sumarlas su cielo.

Fuerte abrazo, colega.

 

muy bello poema,saludos.

 

Hermoso poema, me encantó pasar a leerlo, un gusto amigo mío, saludos...

 

Gracias nuevamente.

 

Anna, tiempo sin saludarte. Gracias por tu visita.

 

Hola Big, me acostumbré a tus generosos elogios. Gracias

 

Gracias, eres un sol.

 

Muy hermoso
un beso
Rosario

 

Hola Rosario, me alegra que te guste.