Muchedumbre de ausencias

Sumergible la palabra
que desemboca
en mis paredes de tiempo,
no se cobija la sombra
tras el voraz minutero
perdiéndose todo reflejo
sobre las arenas
de mis desiertos
sin caravana de dolientes.

Estremezco un pétalo
abrazado a mis hombros,
otoño en sepia de un día,
manipulación de nubes
ahuyentando la llovizna
que humedeció mis pies
en el paisaje de un grito.

Sin más compañía
que jardines secos
la naturaleza muerta
cruje pesada en mis oídos,
cada paso es quebradizo,
una melancolía se arrima.
Es distancia de la opulencia
del hastío sin sentido
rasgando el labio robado
y el cuerpo orgásmico.

Buscar el espacio,
el vacío galáctico
y las luces sin destinos,
todo radica en la muchedumbre
de ausencias probadas
y árboles sin corteza
adueñándose de los segundos.
¿Qué será del mar contenido?
Una frase hueca
sobornando las tardes sin nombre,
al final la nada,
la mirada sin sonidos.

 

una mirada que en su eco sordo prolonga un estado de infinidad absoluto, se miran los recuerdos meciendose en un intento por regresar.
un delito no haber pasado.

K

 

La soledad es un hombre andando hacia una tarde de cristales rotos.
Fenomenal las descripciones y ese fluido vocabulario.
Saludos.

 

Al final de la nada los sonidos se ausentan, las miradas se arrastran, y los arboles sin corteza, signo de una vida sin marcas, sin recuerdos, bañados de constantes frenesis que se quedaron en instantes...

Genial como siempre caballero, su vocabulario y las imagenes esplendidas

Un gusto enorme el de pasar por esta muchedumbre de ausencias

SAludos

 

Los recuerdos recurrentes, el alfiler que sostiene la luz que falta cuando se piensa en las ausencias.. un placer. abrazos.

 

La soledad patio trasero donde ahogar las lágrimas que tocan a la puerta. Es un placer que te haya gustado el poema, gracias por tus palabras. Abrazos.

 

Muchedumbre de los rostros fugaces, la constante incógnita esquiva de la soledad amarrando las manos y la risa. Es siempre un placer contar con tus certeras palabras luego de tu tiempo sobre mis versos. Saludos.

 

Toda imagen que aqueja a los sentidos, en el umbral siempre está la sombre que espera, el cuerpo... camino a sus aposentos grises...
Me alegra que el poema esté dentro de sus sensacions. Abrazos.

 

Un día nos sentaremos en un café y entre palabras blancas caminaremos los caminos de la poesía y la risa. En ese instante desnudaremos la tristeza de sus orígenes. Más tarde, con el ocaso, ahogaremos la melancolía entre anécdotas e historias felices, tal vez la luna cabalgue sobre las nubes para ocultar sus celos de astro dominante de la noche. Gracias siempre por estar, existir, respirar, anhelar, soñar y sobre todo ser tú misma. Besos azules.