Días de barro

Tengo que revisar la billetera,
para ver si aún me alcanza,
si aún me alcanza aunque sea
para aguantar el hambre
hasta el mediodía,
para llegar temprano a
mi casa.

Tengo que esperanzarme y
encontrar algo ahí dentro,
mientras que mi ojo se hinche
y se duela,
mientras que cuando camine
vaya sangrando naturalmente.

Tengo que encontrar algo en
algún lugar,
algo que detenga estos
movimientos terrenales,
algo que detenga mi alma
que se quiere escapar.

Tengo que encontrar la
forma de reirme
de esos tontuelos,
sin que ellos me miren
la espalda,
torturándolos a cada momento

Tengo que parar el dolor de
mi vientre,
el hijo perdido mensualmente,
los días de barro
y el piso mojado.

 

Magnífico poema, solidario y compasivo, estoico como los hambrientos irremediables.
carlos

 

Gracias...así es cuando uno necesita demasiadas cosas pero al no tenerlas, la vida enseña para el futuro.
¡Saludos!

 

Precioso,
sentí cada perdida de ese anhelo
mucho dolor,
el final excelente.
Gusto en leerte.