1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación
Color
Color de fondo
Imagen de fondo
Color del borde
Fuente
Tamaño
  1. Ah! Lagunita que sos
    cálida como placenta
    en cuya líquida cuenca
    a nadar aprendí yo;
    la que ducho me volvió
    como anguila o castañeta
    y en lecho de tosca piedra
    hoy de nuevo me acunó
    con la misma devoción
    de madre dulce que espera.

    Sos, lagunita, quimera
    de mar en tu insinuación,
    también el ojo avizor
    de la sagrada paciencia
    conque me mira en la tierra,
    solapado el creador.
    Caricia sin condición,
    fresca, serena y sincera,
    fuente noble que no mengua,
    manantial que es un primor.

    Te digo de corazón
    que te venero, laguna,
    también por ser agua pura
    de mi instinto nadador:
    en la salud, el dolor,
    la desgracia y la fortuna
    y por bajarme la luna
    a tu espejo de ilusión,
    pues en su iluminación
    hice de tu esencia musa.

    Te dejo ahora nocturna
    como nocturno me voy;
    ando flechado de amor
    cual de estrellas tu planura.
    Comprenderás mi premura,
    tengo un sólo corazón
    ya que tienes un montón
    del juncal en su cintura;
    corazones color fucsia
    (huevitos de caracol).

    Adiós, lagunita, adiós!
    Me voy con mi infancia tuya
    sin que nada me confunda
    mi memoria de tu olor
    salobre y perfumador
    de grama y barranca bruna
    (ya quisiera así mi tumba).
    Y en tu superficie a flor
    dejo un beso sonador
    de bagre que se aventura.




    Safe Cretive: 1601176268813
  2. A mi querida maestra, Alba Francero (señorita en aquellos tiempos.)

    SEÑORITA ALBA

    Un galopito nomás
    a mi escuela de campaña
    (la número diecisiete)
    prendado de albas por vos,
    maestra con nombre de Alba.
    Nunca me voy a olvidar,
    además de tu valor,
    de aquella excursión paisana:
    ¡Conocer Montevideo,
    la orgullosa capital
    de cultura ciudadana!
    Tu padre rumbo al edén
    y vos de luto y presente
    por vocación y constancia
    (aunque en el ómnibus viejo,
    oculto en nubes de angustia,
    tu llanto leve asomaba
    al igual que la garúa
    que acompañando tu pena,
    el cielo también lloraba.)
    Ese día aprendí yo,
    uno entre los *pañuelitos
    con moña azul que guiabas,
    que el deber vence al dolor
    y la lluvia es de ojos claros;
    color de los tuyos, Alba.
    Tampoco voy a olvidar
    la vez que con emoción
    al leer mis 'escribanzas',
    rigurosa me decías:
    -Te quiero ver escritor
    para el día de mañana;
    ni ficción ni policiales
    sino autor de buenas obras
    con propiedad y con causa.
    Mas yo no pude cumplir,
    mentora de mi afición,
    con tu afán y con mis ansias.
    ¿Qué querés de un paisanito
    de corazón chacarero,
    maestra de mi añoranza?
    Sólo te escribí estos versos
    criollos en su propiedad
    causa fiel de nuestra raza.



    *Pañuelitos con moña azul: metáfora referida al uniforme escolar uruguayo consistente en túnica blanca y moña azul al cuello.
  3. Yo viví esas madrugadas
    de humito albo en la cocina,
    aromado y penetrante,
    prófugo por la fajina.
    De la caldera silbona
    y el estrépito de astillas,
    trino de zorzal y mate
    y tertulia de gallinas.

    Yo viví esas madrugadas
    de pensativo lucero
    y de aseo en palangana
    con escarcha gris de cielo,
    de amasijo, horno de barro
    y fragante pan casero,
    de piso tibio de tierra
    con sillas de palo y cuero.

    Yo viví esas madrugadas
    de multicolor ensueño,
    con rudo clarín de gallos
    y ronda feliz de perros
    y relinchos y mugidos
    y berridos y resuellos
    y algarabía paisana
    y atropello de los teros.

    Yo viví esas madrugadas
    que todavía guarezco,
    y el evocarlas disfruto,
    como mi oriental acervo.
    A las que inspirado ensayo,
    con sentimental anhelo,
    dar alma por mente y pluma
    en mis pretendidos versos.
  4. Pregunten qué aromatiza
    todavía mi memoria
    y diré del pan de gloria
    de mi abuela campesina.
    Del humo que en despedida
    me dejaba, como broma,
    con las pupilas llorosas
    en cuanto abuela encendía
    su económica cocina
    de astillas estrepitosas.

    Pregunten qué reverdea
    mi memoria todavía
    y la fronda evocaría
    de dos higueras inmensas;
    sombra del patio de tierra.
    Y tunas y cina-cinas,
    perales y la sufrida
    pasión que el sauce profesa
    cuando al deshojarse besa
    la laguna distraída.

    Pregunten qué melodías
    mi memoria oye sonando
    y yo diré que, trinando,
    discorde es la algarabía
    de aves que despierta el día.
    Diré vibración que es canto
    del viento en los alambrados
    con “tijeretas” prendidas
    como notas peregrinas
    en pentagrama acerado.

    Pregunten de qué portentos
    mi memoria se extasía,
    diré de liebres furtivas
    y el furor de aquellos perros
    escarbando cual mineros
    si un “peludo” descubrían,
    de nutrias que zambullían
    o la astucia de los teros
    defendiendo nido y huevos;
    grito y vuelo que despistan.

    Pregunten a cuál hazaña
    da mi memoria resguardo
    y paladín a caballo,
    potro fiel de mis andanzas,
    diré que al aula llegaba
    cual jinete legendario;
    crines él, yo pelo chato
    por la brisa que zumbaba
    en mis oídos y mi alma
    si lo ordenaba 'Pegaso'.

    Pregunten qué paradigmas
    en mi memoria son sellos
    y les diré de mis credos
    de un tiempo de fantasía
    de aquella niñez vivida
    que todavía guarezco,
    que me nutre por momentos
    y refresca y gratifica
    con la esencia campesina
    que gracias a Dios, conservo.

    Pregunten qué invocaría
    mi memoria, de esos años
    y diré que lo nombrado
    más albas y atardecidas.
    Diré lluvia que repica
    sobre el lomo resignado
    del techo aquel de mi cuarto
    y diré “Las Tres Marías”
    guardando a la patria mía
    su firmamento Uruguayo.



    Glosario Criollo:
    Cocina económica: Cocina de hierro a leña.
    Tijeretas: Ave de cola como tijeras.
    Peludo: Armadillo, Tatú.
    Teros: Aves.

    Safe Creative: 1407031366706
    A Bolìvar Alava Mayorga le gusta esto.
  5. Va’perdonarme, dotor,
    esta escribanza a lo gaucho,
    me trabo en el diccionario
    boliáo por tanta expresión.
    Entienden mi redación
    por sencilla mis paisanos
    y como usté, por letrao,
    se alumbra en su ilustración,
    yo arrejunto del fogón
    mi resplandor necesario.

    Yo creo y con gran razón,
    por su tino indiscutido:
    que le halla la punta'l hilo
    con facilidá mayor;
    a gran baquía estribó
    sobre criterios ariscos,
    ansí que si mal escribo,
    usté es un entendedor;
    tal, que me juego el facón
    que me leye corregido.

    Yo sé que soy pa’l negocio
    medio lerdón y quedáo;
    conforme a mate y arao,
    amor, guitarra y…¡lo heroico!
    Y atenazao en un potro
    ni pienso en los negociáos;
    siempre seguro y confiao
    en su criterio de socio.
    ¡Y no lo cambio por otro;
    que no al cuete lo he votao!

    Aunque, dotor, como en guerra,
    luchamos, pero con salvas,
    contra impuestos como carga
    d’enemigos sin clemencia
    y pa sus tristes dolencias,
    en mayoría, la raza,
    con su malestar se arrastra
    entre mezquinas catreras
    que la codicia galena
    destina al pobre en desgracia.

    ¡Com’una tropa nos tratan!
    Y diría que hasta piór
    al no tener gran valor
    el bife de carne humana.
    Aunque en algo d'eso andan,
    pues dicen que de riñón,
    d’hígado y de corazón,
    ta’creciendo la demanda
    ¡y hasta’prepo es l’achurada,
    si se cuadra la ocasión!

    Entr'eso y el bandidaje,
    ¡tamos’ bien acomodáos!:
    Como el peludo, encueváos,
    desconfiando hasta del fraile,
    procuramos unos riales
    y a rumiar acovacháos.
    Y encima unos custodiáos
    piden que uno se desarme,
    como si así el malandraje,
    s’inspire p’hacerse honrao.

    Pero el régimen culpable,
    artero viene cambiando
    dignidá por mal conchabo
    y ambición por beberaje;
    pues, por edá y por imagen
    rechaza al criollo baquiano:
    Nuevas tribus hay bichando
    con albor de malonaje.
    Si cárceles van a ampliarse,
    señal que habrá más relajo.

    Todo es modo y artimaña
    de los patrones del globo
    y aquí aguantamos nosotros
    de su lucro las macanas.
    Los nuestros tamién se amañan
    pa trenzarse en el embrollo
    y cobrarnos como a zonzos
    subsidios parte pa nada,
    a no ser pa llenar arcas
    de hatos de facinerosos.

    Como se heredan las deudas
    tamién se hereda el chanchullo;
    hay deudas que son barullo
    pa cobrar más de la cuenta
    al que queda de osamenta
    por el trabajo hecha grumo
    y al inconsciente y al rudo
    y al honrado, que se secan,
    pagando po’l burro deuda
    siendo que no tienen burro.

    Pensamos qué agarró viaje,
    dotor, contra la gentuza
    que a tuito el mundo engatusa
    y se burla del sin clase,
    por ese mesmo coraje
    con que pidió pa sus urnas;
    como dijo en las tribunas:
    “pa’l juego contrarrestarles
    a los que dende hace añares
    nos adulan y usufrútan”.

    Es por eso que me extraña,
    ya paisano yo, cargoso,
    que sabiendo d’eso un poco,
    usté vacile pat’ancha.
    Hay una gran avivada
    y sé que no me equivoco;
    sabe que muchos no sólo
    se arriman pa rempujarla
    a la carreta encajada
    de la patria de nosotros.

    La custión es que se puede
    enderezarle la carga
    y a la vez de liberarla
    repartirle algo a la gente;
    si no, Señor Presidente,
    por presiones importadas
    más las trabas nacionalas
    con las que vino el paquete,
    mejor que la yunta suelte
    o arrejuerce la picana.

    Sin embargo, lo comprendo:
    Con la carreta empinada
    y las ruedas empaladas
    además por usureros.
    Pero aquí a su afán carrero,
    según le di mi confianza,
    si quiere le doy mi lanza
    pa más duro picaneo;
    pero con rumbo y criterio;
    sin chuzazo al que trabaja.

    Arriando con pluma gaucha
    sobre el papel mi cuestión,
    alambrada de renglón
    traje corniándose huraña
    a mi tosca letra pampa
    rumiando justa intención:
    la de hallar contemplación
    pa sustentar nuestra hazaña
    ¡tan gloriosa y celebrada!
    y defraudada en su acción.

    Sin más, dotor, me despido.
    Lo dejo en su obligación
    de estudiar con atención
    lo que como pueblo pido.
    Espero, igual que los míos,
    que a leal disposición,
    cumpla con nuestra nación
    primero que con los gringos.
    Lo saluda espetativo,
    hoy de usté: Juan Rebelión.



    Glosario criollo:
    1 Boliáo: Confundido.
    2 Leye: Lee
    3 Arao: Arado.
    4 Peludo: Armadillo, tatú
    5 Riales: Reales, (real) moneda de antigua circulación en Uruguay.
    6 Malonaje: de Malón: nombre dado en Argentina a la acción
    de ataque indio con fines de invasión y saqueo.
    7 Pat’ancha: Pata ancha: Hacer frente a una situación difícil.
    8 Pampa: Denominación dada al indígena de la Pampa Argentina
    y a una serie de elementos y acciones, como también a una raza de vacunos.
    9 Espetativo: Expectativo, expectante.
    A Bolìvar Alava Mayorga le gusta esto.
  6. Zitarrosa.jpg
    Cada 17 de enero se cumple una fecha más de la desaparición de nuestro cantor popular uruguayo
    Alfredo Zitarrosa, y yo dedico a su memoria este mi humilde homenaje.


    ¡Si hasta parece mentira!
    Un diecisiete de enero,
    seguro para que rime
    con su nombre, murió Alfredo.
    El cantor de nuestras cosas,
    el que dejó en su apellido
    enigma de haber tenido
    cita con alguna rosa.
    Y se fue, ¡se fue nomás!
    Y yo me pregunto dónde,
    dónde habrá ido ese niño
    con criterio y voz de prócer.
    ¿Qué cosa tendrá la muerte
    para haberlo conquistado?
    ¿Se llamará “Stefanie”?
    ¿Tendrá los “ojos dorados”?...
    De árboles “solos y juntos”,
    se vistió y se fue nomás;
    arropado de madera;
    traje sobrio hasta el final.
    Yo sé que Becho afinó
    su violín para tocar;
    el que Alfredo le alabara
    con su pluma fraternal.
    Que una mariposa negra
    voló en crespón funeral
    y que su ómnibus al Cerro,
    fue su carro celestial.
    Pero así en el cielo esté,
    cuánto le doldrá ese exilio
    al no haber nada ni gloria,
    más grande que su “paisito”.
    ¡Si hasta parece mentira!
    Un diecisiete de enero,
    seguro para que rime
    con su nombre, murió Alfredo.

    Yo, con su dogma le digo:

    “No te olvidés del pago”
    si te vas pa’l más allá;
    por más lejos que te vayas,
    cantá pa rememorar.

    Se olvidarán muchas cosas,
    que no vale recordar;
    pero de vos no hay olvido;
    ¡sos memoria popular!

    Sé que echaste en la maleta
    tu talento singular;
    será largo tu camino
    porque vas “cargáo de más”:

    Vas cargado de milongas
    y Charrúa dignidad,
    de la hazaña corajuda
    de tu canto al demandar.

    Cuando llegues a la gloria
    del Parnaso Nacional,
    cantá, Alfredo Zitarrosa,
    ¡que te escuche el General!

    Cantá, Alfredo Zitarrosa,
    Dios y el Pueblo aplaudirán.
    Cantá Alfredo, que tu gloria,
    ¡tu gloria es el Uruguay!
    A ti y a S.C les gusta esto.